RACING 2 - ZAMORA 1

Agónico triunfo ante un gran Zamora para romper la tabla

Un gol de Cedric en el alargue dio un triunfo de oro que abre una brecha de seis puntos, más el golaveraje, con el Depor. Parera hizo un parada milagrosa

Santander

Lo bueno, cuesta. Y el triunfo que hoy le ha dado al Racing una ventaja de seis puntos, más el golaveraje, sobre el Deportivo, ha costado mucho. Tanto que el gol decisivo no llegó hasta el 92' y después de que los racinguistas pasaran casi una hora sin balón, jugando a lo que quería el Zamora, con su centro del campo superado por los tres centrocampistas zamoranos, y dependiendo de que Pablo Torre inventara algo. Al final, con El Sardinero empujando, el último cuarto de hora fue de los de Romo y tuvieron premio. ¿La suerte del campeón?

El partido arrancó como si una continuación del de la Cultural se tratara. Con el Racing enchufado, presionando muy arriba y llegando con facilidad al área rival. Y a los 6' marcando Cedric otro gran gol a pase de Pablo Torre desde la esquina. Esta vez no hubo duda, pizarra pura y dura magníficamente plasmada sobre el terreno de juego. Se sucedían las llegadas, Arturo, Cedric..., parecía que la cosa iba para festival de nuevo. Pero, no. Desde el minuto 20', más o menos, Ramos, Luque y Dani Hernández se hicieron con el balón y los de Romo empezaron corriendo tras él y acabaron reculando.

Nacho CuberoAS

Fruto de ese dominio rojiblanco llegó el penalti que permitió al Zamora igualar el marcador. Pablo Bobadilla llega tarde a intentar tapar un posible remate de Losada con la consecuencia que ni tapó el tiro (que fue fuera) y derribó claramente al delantero zamorano. Julián Luque, criado en la cantera racinguista, acabó desde los 11 metros con una sequía de siete partidos sin marcar un gol. Parera se estiró muy bien, pero el tiro del torrelaveguense fue tan ajustado al palo que el mallorquín no pudo evitar el gol.

La segunda mitad no cambió respecto a los últimos minutos del primer acto. Íñigo y Tienza se mataban a correr, pero demasiado hundidos junto a sus centrales y nada afortunados en el pase cuando recuperaban. Tampoco los extremos, Arturo y Camus esta vez, sacaban tantos centros como es marca de la casa en El Sardinero. El Zamora dio una imagen magnífica con el balón, intentando siempre llegar combinando, pero con muy poca pegada. Probablemente, la historia de su temporada. Juegan como los mejores, marcan como los peores. Hoy, desde luego, en el campo de un líder enrachado hizo méritos para no perder.

Nacho CuberoAS

El esfuerzo de los dos equipos, que se jugaban mucho en sus respectivas luchas, era realmente emocionante. Con más o menos acierto, ni uno solo de los futbolistas que estuvieron sobre el terreno de juego se dejaron nada dentro. Ni El Sardinero tampoco. Cuando la afición vio a los suyos justos de fuerzas, les empujaron desde las gradas. Por eso, o porque también los del Zamora pagaron el esfuerzo, el arreón final fue racinguista. Eso sí, en el 79' los de Yago Iglesias tuvieron el 1-2, con un remate a bocajarro en la frontal del área pequeña que detuvo con una acción impresionante, felina, Miquel Parera. A última hora, en el segundo de los cinco minutos que había dado de alargue el árbitro, llegó un gran pase de Borja Domínguez a la espalda de la defensa, cuando salía, que Cedric, que está en racha, embocó para el delirio del racinguismo.

Nacho CuberoAS

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