El quinceañero de Orriols
“Yo salí del Levante”, reivindicaba Vicente Moreno, quien llegó a debutar siendo un adolescente con el primer equipo granota, al que visita ahora con el Espanyol.
“Yo salí del Levante”, reivindicaba sin complejos Vicente Moreno el pasado diciembre, antes del perturbador 4-3 de la primera vuelta ante los granota en el RCDE Stadium. El actual entrenador del Espanyol, identificado con el Valencia y sobre todo con el Xerez de su etapa de jugador de elite, dio sus primeros pasos serios en el mundo del fútbol, sin embargo, en la cantera de Orriols, cuya camiseta ha vuelto a vestir muchos años después y a donde regresa este sábado como rival.
En plena adolescencia, entre los 14 y los 16 años –que coincidía con la efervescencia preolímpica y pre-Expo de Sevilla en la sociedad española, a finales de los 80 y primeros 90–, militó Moreno en un Levante que le dio la oportunidad tras pasar por la academia de su Massanassa natal, en ese salto que el propio Moreno definía recientemente como más complicado que acertar la lotería, porque 300 niños pasan cada año y solo él acabó en Primera. Lo suyo, de hecho, iba para récord de precocidad, porque con solo 15 años llegó a debutar con el primer equipo granota en un amistoso.
“Es bonito para mí porque tengo muchos recuerdos”, apuntaba antes del Espanyol-Levante un Moreno por quien, en edad juvenil, acabaría pagando un traspaso el Valencia, en cuyo filial se mantuvo hasta pasar al Ontinyent en 1998, de ahí al Guadix un año más tarde para finalmente recalar, en 2000, en un Xerez donde haría historia.
Ya mucho después de retirarse, volvería el actual entrenador perico a vestir la camiseta granota, concretamente en algunos amistosos y torneos del equipo de veteranos en aquellos meses de 2017 que transcurrieron entre su salida del Nàstic de Tarragona y su fichaje por el Mallorca. De hecho, había llegado a tantearlo el Levante para su banquillo en 2015, antes de firmar a Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’.
El de este sábado no será su primer retorno al Ciutat de València desde su etapa de futbolista, sino el segundo, después del 2-1 que encajó al frente del Mallorca el 22 de noviembre de 2019. Se juegan mucho los granota, colistas en Primera, y Moreno puede dejarlos al borde de la condena del descenso si alcanza una victoria a domicilio que esta temporada solo ha conseguido, curiosamente, en el otro estadio de Valencia, en Mestalla. Igual de cerca de Massanassa. Quizá cierra el círculo, más de tres décadas después.