LEGANÉS

El Leganés tiene nuevo ‘Superman’

Dani Jiménez ilusiona a la afición pepinera en su debut como portero del Leganés. Sacó dos goles cantados a Stuani. Desde Serantes, un portero no generó tanta identificación.

DANI SANCHEZDIARIO AS

El Leganés (sobre todo su hinchada) ha encontrado en Dani Jiménez, su nuevo portero, un ídolo con el que inyectar ilusiones esperanzadoras al futuro y, de paso, afianzar cierta fe en que a la temporada aún le queda tiempo para un cambio positivo tras tanto infortunio inicial. El debut del guardameta lebrijano este domingo ante el Girona no ha hecho más que consolidar una reclamación (y apreciación) que se había hecho generalizada desde que se anunció su fichaje en el último día del mercado invernal. Buena parte de la parroquia lo solicitaba de titular por considerarlo uno de los mejores de la categoría, un ‘galáctico’ de Segunda para el puesto. Dicho y hecho.

Su estreno no pudo ser más esperanzador. Un completo. Primero, obvio, con los recurrentes milagros que se le supone a todo portero con la capa de super-héroe tatuada sus intervenciones. Ésos que ya conocían en Santo Domingo. No obstante sus 83 paradas lo convierten en uno de los arqueros que más frena a los rivales en la categoría. Para esta primera beatificación escogió, además, víctima propicia: Stuani, un ariete de Primera embutido en un equipo de Segunda y al que arrebató el gol en dos ocasiones.

Un debut soñado

Ambas fueron clon una de la otra. La postal de Stuani colgándose del cielo madrileño para rematar de cabeza. Duro. Fuerte. Abajo y ajustado. Testarazos envenenados ante los que Dani ejerció felino. Paradones XXL que le valieron el aplauso de Butarque, ya predispuesto al esguince de muñecas desde que su nombre se celebró en la megafonía del estadio.

Fueron ambas intervenciones guinda a una actuación que el público también agradeció en detalles menos vistosos, que no menores. Por ejemplo, las salidas en balones colgados desde los laterales, donde el guardameta despejó intenso, atento y sin titubeos. Aseveraciones rotundas vestidas de portero para dictar sentencia sobre el verde y conjugar el verbo asegurar en tiempo presente. También futuro.

El equilibrio de Nafti

“Sabemos qué tipo de portero hemos fichado”, ha repetido en varias ocasiones un Mehdi Nafti que, con todo, no termina de sentirse cómodo en sala de prensa con la retieración de preguntas en torno a la titularidad de Dani Jiménez. Al preparador franco-tunecino gusta de dar igualdad a todos sus futbolistas y evitar el aplauso excesivo sobre un único jugador en lugar del colectivo, más si eso supone el riesgo de dejar en entredicho a los otros futbolistas que compiten por el puesto.

“Sabemos que tenemos tres grandes porteros”, insistió tras el partido ante el Girona. Sólo 48 horas antes había vuelto a defender a Asier Riesgo, consolidado en el último tramo de Liga, pero marcado por una salida en falso ante el Amorebieta. Aquel error que acabó en el gol del Amore fue puerta abierta a la titularidad de Dani Jiménez, sin riesgo a que un fallo del lebrijano pueda modificar el altamente cambiante statu quo al que está siendo sometido el portal blanquiazul. “Y Lazar Randjelovic también lleva mucho tiempo sin jugar porque tuvo un mal primer tiempo contra el Zaragoza. Y Giraudon no ha debutado. Es una obsesión la portería… es un jugador más. Punto”, zanjó las dudas al respecto.

Un modelo a lo Serantes

Mientras, el propio Dani Jiménez devolvía la confianza con una buena dosis de discurso que encaja en la filosofía del hincha pepinero. “Siempre hay que ser ambiciosos. Las ocasiones más claras han sido las nuestras. Hay que valorar el esfuerzo de los compañeros. Tenemos una plantilla increíble. Me he sentido un afortunado viendo los compañeros que tengo. Vendrán buenos momentos. Soy un privilegiado. Para mí esto es especial. Quiero disfrutar cada segundo del Leganés. Dar lo mejor. ¿El público? Increíble. Ver la grada llena… es un jugador más”, zanjó con un tono humilde que gusta al sur de la capital.

Esa mezcla de alto rendimiento y perfil bajo ya le ha valido el cariño generalizado como ya le sucedió a Jon Ander Serantes, el último ejemplo de este singular fenómeno que ahora envuelve a Dani Jiménez, el nuevo ídolo del Leganés.

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