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ESPANYOL

El Espanyol, sin defensa

La chirigota sin gracia de La Cerámica, ante 2.500 pericos, enciende las alarmas en un 2022 sin victorias. El peor partido, sin paliativos, de la era Vicente Moreno.

27/02/22 PARTIDO PRIMERA DIVISION
 VILLARREAL - ESPANYOL
 TRISTEZA  DE DIEGO LOPEZ
ANGEL SANCHEZDIARIO AS

Una chirigota sin gracia. Alguien pudo equiparar el arranque de este Villarreal-Espanyol al horripilante inicio ante el Elche en el RCDE Stadium. A los malos minutos en Balaídos o la gris actuación en la Copa frente al Mallorca. Pero con el paso de los minutos, el título 'ex aequo' a peor partido de la era Vicente Moreno se fue quedando sin más candidaturas que la de La Cerámica. En pleno Carnaval, se disfrazaron los pericos de equipo mediocre, con atuendos terroríficos más propios de Halloween, obsequiando a sus 2.500 aficionados presentes en el estadio no con un partido, sino con una chirigota sin gracia, en la que ejercieron de comparsa de un lanzado Villarreal.

Sin defensa. Porque si perder en casa de los 'groguets' –que venían de dominar a toda una Juventus entre semana, en un estado de forma envidiable– puede entrar dentro de los planes de cualquier rival, lo que no puede permitirse el Espanyol ni ningún otro conjunto que se considere de Primera son las facilidades que brindó a su rival, y especialmente a Yéremi Pino, a armar un póquer de goles. Con los sempiternos centros laterales como archienemigo, con la defensa del área propia que ha pasado de gran virtud a enorme defecto, con un Cabrera que en el primer gol emuló su pérdida de marca de siete días antes ante Rafa Mir, la estrambótica salida con el balón jugado por parte de Diego Lópezavergonzado a la postre–, toda la zaga y los mediocampistas, con la inspiración nublada de Raúl de Tomás y la delantera, y con la falta de planes alternativos de Vicente Moreno. Un Espanyol sin reacción, sin alma.

Vicente Moreno, en el banquillo de La Cerámica.
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Vicente Moreno, en el banquillo de La Cerámica.AFP7 vía Europa Press

Tres raquíticos puntos en 2022. Con el desastre de Vila-real, quedaron en un espejismo los puntos cosechados ante Barcelona (2-2) y Sevilla (1-1), y en cambio se amplía el enfoque de la situación, que de ese modo gana en alarmismo, también en realismo. Como en los 15 partidos seguidos del Espanyol recibiendo goles. En los nueve encuentros sin ganar, desde que comenzó 2022, que en LaLiga suponen siete jornadas, tres raquíticos puntos sobre 21 posibles. Y un descenso que hasta ahora se iba mirando con cierta altivez, pero que puede quedar a solo seis puntos este mismo lunes si el Cádiz vence en Granada. Así están las cosas en un club donde pasa de todo pero nunca pasa nada. Y el sábado, como si el calendario lo confeccionara el mismísimo Maquiavelo, visita Cornellà un viejo conocido como Quique Sánchez Flores. Fantasmagórico.