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ESPANYOL-SEVILLA

El Espanyol, un punto entre sombras

El equipo blanquiazul, pese a jugar los últimos 20 minutos con un jugador más, no puede doblegar al Sevilla y sigue sin ganar en LaLiga en este 2022.

Diego López.
RODOLFO MOLINA

Incapaz. El Espanyol sigue sin ganar en 2022. El punto ante el Barcelona y ante el Sevilla hubieran sido resultados esperanzadores en otro contexto, pero, pese al esfuerzo del equipo de Vicente Moreno, se antojan insuficientes para despegarse de esa oscuridad que acecha por abajo, esa sombra que sigue lejos pero que se aprecia. Los blanquiazules volvieron a estar por debajo al no defender bien una acción de centro desde el extremo (0-1) y luego igualaron y pudieron remontar (1-1) ante un Sevilla con diez que se defendió con el oficio de un grande.

La condena. Y grande también fue, de nuevo, la herida defensiva del equipo perico. De los 20 tantos que había recibido el Espanyol desde aquel partido ante la Real Sociedad en el que dejó por última vez la portería a cero, cinco de ellos habían llegado después de un centro lateral al segundo palo. Y ahora ya son seis. Óscar Gil no forzó a Papu Gómez, que centró cómodamente. Entre Cabrera y Diego López no atinaron a defender a Rafa Mir. El Espanyol, acostumbrado a defender en campo propio, se desangra en esas acciones y ha perdido esa contundencia que le caracterizaba, especialmente la de sus centrales.

Atmósfera. Y todo se desarrolló en una tarde primaveral. El embudo en la rotonda del Splau aventuraba un RCDE Stadium con sus mejores galas. Durante la semana se habían vendido hasta 7.200 entradas, en total 25.000 espectadores expectantes a que se produzca el despertar del equipo. Aunque, lamentablemente, siguió el infortunio. El colchón adquirido empieza a ser una simple cama de agua, a la espera de ganar ese partido que recupere la tranquilidad y espante las sombras.

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JOSEP LAGO

‘Street football’. Quien no tiene sombras, sino luces, es Darder, ese genio que juega a fútbol con intuición y técnica, como cualquier jugador talentoso de la calle. Después de marcar y asistir a RdT en el derbi, el de Artà volvió a ser un sistema ofensivo en sí mismo, y el 1-1 lleva su firma de arriba abajo. Él inició la jugada, encontró a Puado entre líneas, y trazó un desmarque por sorpresa al primer palo que encontró Óscar Gil. Su cabezazo lo hubiera firmado RdT o Rafa Mir. El Espanyol debe felicitarse por tener al mediocentro, luz en la oscuridad siempre.

La oportunidad. También la acción de Koundé respondió a una reacción de calle del central, como ya lo ocurrió en el encuentro ante el Barcelona cuando fue expulsado al lanzarle el balón al cuerpo de Jordi Alba. No se pudo controlar el sevillista, que dejó a su equipo con diez, aunque los últimos 15 minutos no cambiaron de decorado. Los cambios no ayudaron al Espanyol, los suplentes no aportaron lo esperado, por lo que el Espanyol se despidió con un 1-1 que tampoco les saca de pobres a la espera de esa victoria capital. Las sensaciones del equipo parece se han recuperado, pero los puntos apremian antes de que la racha se alargue hasta marzo. El invierno está siendo crudo en el Espanyol.