Rober sigue en la cuesta de enero
El extremo cedido por el Betis sigue buscando su lugar en Las Palmas tras llegar en el mercado de invierno. Continúa sin marcar ni asistir.
Tampoco es que fuera una prioridad, pero tampoco podía desechar Las Palmas la oportunidad de obtener, por parte del Betis, una nueva cesión del extremo emeritense Rober González. El curso pasado, su primero como futbolista profesional de pleno derecho, también estuvo a préstamo en el equipo grancanario, y no le pudo ir mejor: ocho goles en 30 partidos jugados.
El verano pasado, una vez acabada su cesión, volvió al Betis. Con Manuel Pelegrini en el banquillo, el equipo verdiblanco sigue yendo como un tiro, por lo que tocaba buscarle una nueva cesión al propio Rober, que en ningún momento tuvo un lugar preferencial en los planes del entrenador chileno. Pese al interés de su club en buscarle acomodo en Primera División, la insistencia del futbolista por regresar a Gran Canaria fue clave en su vuelta a Las Palmas.
También, claro, la figura de Pepe Mel, que tras la debacle de Fuenlabrada fue fulminantemente destituido de su cargo como entrenador de la UD. En cualquier caso, una vez olvidada la polémica por aquella salida nocturna en compañía de Óscar Clemente, también consiguió ser indiscutible para Francisco Javier García Pimienta. Sin embargo, le sigue costando arrancar.
Ni que se le estuviera calando el motor, Rober continúa lejos de ser aquel futbolista desequilibrante que fue la temporada pasada, quizás lastrada por la falta de continuidad en el Betis, club del que vino arrastrando unos pírricos cuatro partidos ligueros y 132 minutos sobre el césped.
De momento, y pese a que ha sido titular en los cuatro partidos jugados por Las Palmas tras su regreso, no encuentra a regularidad en su juego, acaso todavía inmerso en la escalada de su particular cuesta de enero. No ha completado ninguno de los encuentros, parada en 266 la cuenta de minutos jugados en los días previos del partido en Zaragoza. Buscando todavía ese punto de desequilibrio que lo llega a convertir en un futbolista indescifrable para los laterales contrarios, apenas ha regateado con acierto en siete de las 14 en las que lo ha intentado.
Parece también gafado de cara al gol. Hasta la fecha ni ha marcado ni ha dado ninguno, y apenas se le contabilizan cinco disparos a la portería contraria. Mientras sigue contando con la confianza de García Pimienta, anda buscando ese punto de desequilibrio diferencial junto a Jesé y Jonathan Viera, sus compañeros en el frente del ataque de Las Palmas. Cuestión de tiempo. En el horizonte, La Romareda aparece como la recta preferida para la aceleración definitiva. Salvo sorpresa de última hora, volverá a salir de inicio.