Tana: “De fiesta salíamos 10 pero solo se filtraba mi nombre”
Ahora en Maldivas, el mediapunta se desahoga en Canarias Radio. “El club quiso echar a la oveja negra. Nunca tuve que ir detrás del presidente”, sentenció.
Mucho tiempo de inactividad se suele pagar con jugar en categorías menores o probar destinos exóticos en el extranjero. Es lo que le ha pasada a Tana Domínguez, que estaba sin equipo tras acabar su contrato con el Albacete al final de la temporada pasada. Ahora en Maldivas, recientemente incorporado por el Maziya, el talentoso mediapunta grancanario pasó este miércoles por el diván de Canarias Radio a través de su programa El Deportivo.
“Estoy contento con lo que he hecho. Aunque sea ganando la liga de Maldivas, lo que quiero ahora es seguir disfrutando del fútbol”, confesaba desde la otra punta del globo terráqueo. Su llegada al archipiélago asiático se fraguó, como aseguró el propio Tana, a través de Instragram. “Me preguntaron por allí y todo surgió así, además hablando en inglés”, llegó a confesar. Todo lo negoció él mismo, tan ‘quemado’ como afirmó estar de tratar con representantes e intermediarios: “El tiempo y las cifras se concretaron por Instragram. Como oferta forma pedí un papel firmado por el Maziya. Aunque pensé que no se iba a dar, todo fraguó. Los palos me los he llevado de los representantes. Estoy aburrido de ellos. Su trabajo es gracias al jugador, y después te hacen un lío y te engañan”.
En tan idílico paraje busca Tana olvidar los últimos sinsabores que le ha generado el fútbol profesional. Pese a firmar por el Albacete cuando en el club manchego ejercía como director deportivo Toni Cruz, quien tan bien lo conoce, no le pudo ir peor allende el Atlántico. “Fiché por tres duros por toda la fama que tenía”, quiso desvelar.
Esos meses en el Carlos Belmonte arrastraban la pesada losa de su abrupta salida de Las Palmas, cuando la propia UD, incapaz de buscarle destino, tuvo que ponerle un detective privado para justificar un despido acaso inexplicable. “Mi salida de la Unión Deportiva fue injusta. En el mes en el que el detective me siguió no salí de fiesta, no hubo una copa y no entendí los motivos”, decía a través las ondas. Tana quiso defenderse y el club, atacar. El juicio parecía el único punto de encuentro hasta que Las Palmas no tuvo más remedio que retractarse: “Fue un despido improcedente que gané sin ir a juicio porque ellos lo aceptaron. No quise hacer daño a nadie, peo sí que fueran justos conmigo”.
A vueltas con su salida de Las Palmas, la calificó como “claramente injusta”. “Ni siquiera tuvieron la decencia de decirme las cosas”, y se remontó a tiempos no tan pretéritos, cuando en Galicia le esperaban con los brazos abiertos: “Se demostró que somos mercancía cuando me quería el Celta y ellos cortaron mi progresión. No guardo rencor ni deseo mal a nadie. Mucho menos al equipo, que es el mío. Siempre fui claro y eso jodía”.
Con cierto pensar, Tana ahondó en la idea de que siempre fue “un futbolista con mala fama”. Tampoco esconde la autocrítica. “No echaré balones fuera de lo que he hecho”, insiste. En cualquier caso, entiende que la propia UD lo usó como cabeza de turco “para quedar bien con la afición”: “Sobre mi figura se hizo una montaña pero el que sabe, sabe. He estado de fiesta con 10 compañeros pero solo se filtraba mi nombre. El club quiso quitarse de encima a la oveja negra para así quedar bien con la afición”. El fino atacante se quedó a gusto. “El club entonces dijo: “Nos quitamos a este, nos limpiamos la mierda. Si hubiesen pitado a otro, que sabemos todos, se hubieran ‘cargado’ a ese otro”, relató.
Igualmente, negó con vehemencia cualquier vínculo con el exceso de consumo de alcohol que se le imputa. “Seguramente el 98% de los futbolistas beben alcohol. Y más que yo. No bebo cervezas, no me gusta. Mi alcohol es esporádico”, dijo convencido. Y añadía: “Nunca he dicho que no hubiera salido de fiesta algunas veces. Si cenando me quiero beber 1-2 copas de vino, me las bebo. Pero no me he buscado nada”.
Tana también habló de su polémica relación con Miguel Ángel Ramírez, presidente y máximo accionista de Las Palmas. “No soy, como se ha dicho, su niño mimado”, quiso dejar claro desde el principio. Lejos de ejercer como palmero de MÁR, la rectitud confesada por Tana bien pudo jugar en su contra: “No lo conozco como persona. Nunca fui a su casa de La Milagrosa, ni a comer con él, ni a su despacho, donde me han dicho que tiene una cancha de baloncesto. Sus palabras hacia mí eran cariñosas solo cuando le interesaba. Después me dieron la patada”. Es más: “A Las Palmas le deseo lo mejor y que ascienda, pero con ciertas personas siempre he sido claro y no he tenido que estar nunca detrás del presidente riéndole las gracias”.
Presente y futuro.
El presente y el futuro de Tana pasa, de momento, por el fútbol asiático. “La liga de Maldivas, que empieza hoy, me gusta mucho porque jugamos cada 4-5 días. Tengo muchas ganas, me hubiera ido a jugar a la luna si me hubieran llamado de allí”, insiste. “Si puedo volver a jugar en España lo intentaré, pero soy realista y no creo que vuelva a ser posible”, comentó pesaroso. Estuvo incluso ejercitándose dos meses con la UD Tamaraceite, de Segunda RFEF, pero, “con todos los respetos”, no estaba por la labor de jugar en dicha categoría. Y recordó: “Me costó mucho debutar en Las Palmas y jugar en Primera. Si bajas a Segunda RFEF ya eres jugador de Segunda RFEF. Es mi pensamiento. En el fútbol escalar es muy difícil y caer hacia abajo es muy fácil. Si tu último equipo es de Segunda RFEF ya no te eligen a ti, sino a otro aunque sea un paquete que jugó solo un día en Segunda A”.
Ahora, de momento, le toca lucirse en Maldivas “y ver si sale algo mejor por Asia”. Todo lo bueno que le pase estará muy por encima que las bebidas usadas para brindar. “Aquí no hay alcohol. Y a mí me da igual”, sentencia.