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REAL ZARAGOZA / ANÁLISIS

¿Hasta cuándo aguantará JIM sin ganar?

Los números del técnico -4 de los últimos 21 puntos- son de destitución de libro, pero su puesto no corre peligro de forma inminente por el respaldo absoluto de Torrecilla y el desgobierno en que se encuentra sumido el Real Zaragoza.

Zaragoza
Juan Ignacio Martínez.
ALFONSO REYES

El Real Zaragoza no le gana a nadie y desde hace ya dos meses y medio es incapaz de detener su peligrosísima caída en picado, pero ni Juan Ignacio Martínez, ni el director deportivo Miguel Torrecilla, el arquitecto principal del despropósito, ni tampoco el director general Luis Carlos Cuartero, que sigue parapetado en el silencio, pero participa de todas las decisiones, parecen correr peligro de forma inminente en un club oficialmente en venta, pero que no acaba de culminar el cambio de propiedad y que lleva semanas inmerso en un verdadero desgobierno, con su consejo de administración profundamente dividido y con un particular turnismo en el palco presidencial que no hace más que revelar un enorme vacío de poder.

Los números de JIM -4 puntos de 21- son de destitución de libro, porque, además, al veterano técnico alicantino se le ve últimamente superado y sin soluciones, pero salvo una sucesión de derrotas en las próximas jornadas o un inesperado golpe de timón del consejero delegado Sáinz de Varanda, que es quien sostiene a Torrecilla, se va a mantener en el cargo hasta que La Romareda lo señale de forma directa. Y no sopla el viento todavía en esa dirección. JIM ha perdido su aura de intocable, y sus detractores no dejan de crecer, pero la temporada pasada obró un milagro futbolístico y eso provoca que la afición se contenga a la hora de pedir a coro su adiós.

El problema es que mientras se siguen aplazando las decisiones más urgentes, el Zaragoza continúa hundiéndose un poco más en cada partido. Pone voluntad, pero no le alcanza para ganar y, lo que es peor, no ofrece el menor síntoma de mejoría. Tiene muy poco fútbol, es frágil a la hora de defender –resulta inexplicable que Francés juegue de lateral derecho y Lluis López de central ante la ausencia de Fran Gámez-, y los delanteros que ha fichado Torrecilla, su ‘gran especialidad’, no tienen gol. La mezcla es explosiva y da verdadero miedo, porque ni el Amorebieta ni el Fuenlabrada están desahuciados.

La pregunta es hasta cuándo aguantará JIM en el banquillo del Real Zaragoza sin ganar y sin escapar del peligro. Si la decisión depende sólo de Torrecilla es evidente que la crisis se estirará todo lo posible, aún a riesgo de que el equipo se vea superado por alguno de los cuatro de abajo y caiga a posición de descenso antes del último cuarto de campeonato. Otra cuestión es que el consejo de administración, pese a su división, opte por cortar por lo sano ante un claro riesgo de descenso a Primera RFEF. E, incluso, no puede descartarse que JIM decida arrojar la toalla y presentar su dimisión, si el equipo no reacciona en los próximos tres o cuatro partidos.

En cualquier caso, si al final cae JIM y hay que acudir al mercado para sustituirlo de urgencia por algún otro milagrero, todo hace indicar que Torrecilla se iría con él, como le sucedió a Martín González con Popovic, a Juliá con Agné y a Lalo Arantegui con Iván Martínez. El dos por uno.