Karrikaburu y Manu Barreiro firman tablas en Anoeta

Jon Karrikabu y Manu Barreiro firmaron en el Reale Arena las tablas entre el Sanse y el Lugo que le sirve de menos al filial realista que un equipo lucense que sigue con su espectacular racha de resultados, y sumó su undécima jornada seguida sin conocer la derrota. Mereció más el cuadro local, por su empuje, insistencia e intención en la segunda parte, en la que fue capaz de empatar el injusto gol de Lugo en la primera parte, y buscó aunque con poca claridad el tanto de la remontada.

A los de Xabi Alonso les sigue faltando puntería en el área rival, y una vez más les penalizó ese detalle para poder sumar por fin su segunda victoria en el Reale Arena, que esta vez sí respondió con más de 5.000 espectadores en las gradas. Al colegiado habrá que preguntarle la razón por la que pitó el penalti de Clemente cuando el balón le pega en el brazo que tiene pegado, o por qué desde el VAR no le corrigieron. Entre una cosa y otra, el Lugo sumó un punto para seguir con su buena dinámica y permitirse el lujo de mirar al playoff; y el Sanse sigue mejorando pero no es suficiente para acercarse a la salvación, y son ya diez partidos seguidos sin ganar.

Los primeros 45 minutos fueron muy entretenidos, con el Lugo buscando con descaro desde el inicio la portería de Zubiaurre, y con el Sanse queriendo rebelarse contra su mala dinámica, porque son ya nueve jornadas seguidas sin conocer la victoria. Ambos equipos jugaban casi a pecho descubierto, sin cortapisas, mirando el área rival con descaro. Primero fue el equipo lucense el que apretó, pero luego el dominio pasó al bando txuri-urdin, que se fue haciendo con el dominio de la pelota para llevar bastante peligro sobre el marco de Whalley.

Lobete remató desviado, Karrikaburu no pudo cazar bien un balón dentro del área y, sobre todo, Navarro desperdició una ocasión clarísima para adelantar al Sanse, después de ganar una carrera al central Ros y plantarse solo delante del meta rojiblanco, pero su disparo, con todo a favor, le pegó al muñeco. Y en la siguiente acción era Chris Ramos el que se quedaba solo delante de Zubiaurre: su remate se marchaba desviado de la portería realista.

Discurría el partido con un bonito intercambio de golpes hasta que llegó la primera jugada clave, un centro-chut de Cuéllar que golpeaba en el antebrazo de Clemente y el colegiado decretaba pena máxima. El problema no es que Trujillo Suárez señalara el punto de penalti, sino que desde el VAR Ocón Arráiz no le corrigiera, porque el balón dio en la mano que tenía pegada el central. Penalti injusto que se encargó de lanzar, cómo no, Manu Barreiro, que marcó con mucha sutileza con Zubiaurre adivinando sus intenciones, pero sin llegar al balón. El Lugo se adelantaba, y el Sanse reaccionaba con un remate de cabeza al larguero de Olasagasti después de otro buen centro de Ander Martin, de nuevo de lo más activo del filial. Pero éste sigue teniendo muy mala suerte de cara a la portería rival, así que el conjunto de Albés se marchó al descanso por delante en el marcador al aprovechar uno de esos penaltis que pensábamos que con el VAR no se llegaría a pitar.

Tras el descanso, fue el Sanse quien pasó a dominar el encuentro, mientras el Lugo se limitaba con tratar de guardar como un tesoro el gol de Manu Barreiro. El filial txuri-urdin fue quien le puso más intención a la segunda parte y se hizo acreedor del gol del empate que firmó Karrikaburu, que volvía a marcar mucho tiempo después. Su equipo necesita sus goles como el comer. El ‘panzer de Elizondo’ se fajó todo el partido con la defensa gallega y al final encontró el ansiado premio del gol, después de rematar dentro del área pequeña un centro desde la derecha de Alkain tras cazar un balón largo a la espalda de la defensa lucense.

Continuó insistiendo el Sanse en busca de la remontada, aunque le sigue faltando claridad en el último pase. Por su espíritu de lucha y de rebeldía contra su complicada situación mereció algo más. Al menos más que un Lugo que sesteó en la segunda parte y acabó pidiendo la hora, porque no fue capaz de aguantar más la pelota para sufrir algo menos, aunque se mostró muy sólido en su parcela defensiva. Al final, el Sanse no encontró la vía de la remontada y el Lugo supo aguantar de pie para sumar otra jornada más sin conocer la derrota.