Lampard toma ventaja

Baja revuelto el río Mersey a su paso por el lado azul de la ciudad de Liverpool. El Everton es decimosexto, cuatro puntos por encima de los puestos de descenso. Los toffees son el club de fútbol que más temporadas ha estado en la máxima categoría de Inglaterra, ausentándose cuatro temporadas en 134 años. La última vez que bajaron a segunda división fue en 1951. Es uno de los históricos de Inglaterra, fundador de la Football League en 1888 y de la Premier League en 1992, pero hace demasiado que no se le ve compitiendo por títulos ni en la zona alta de la clasificación.

Farhad Moshiri, propietario actual del club, contrató a Carlo Ancelotti a finales de 2019 para tratar de recuperar el terreno perdido. El italiano respondió a la llamada del Real Madrid el pasado verano y el Everton echó mano de otro entrenador con pasado merengue, Rafa Benítez. Un fichaje condenado desde antes de que se materializase. No convencía a la parroquia local que Benítez fuese considerado un ídolo por sus vecinos del Liverpool, y el madrileño no terminó de convencerles una vez se sentó en el banquillo de Goodison Park.

Antes de su llegada aparecieron pintas por la ciudad, e incluso amenazas cerca de su vivienda en Merseyside. Diez días después de su marcha se repitió la historia, pero con un nuevo protagonista: Vitor Pereira. El entrenador portugués se postulaba como favorito de la directiva para liderar su proyecto. Campeón de su país con el Porto, Pereira condujo al Olympiakos griego al doblete en 2015, pero sus posteriores aventuras no gozaron del mismo éxito. En una situación similar a la actual, el luso tomó las riendas del 1860 Munich pero no logró salvarlo de la quema en 2017. Más recientemente ha sido despedido por el Fenerbahçe tras un periodo de cinco meses en Estambul.

No tiene experiencia en la Premier League. Y ese es el principal argumento en su contra. En la suya y en la directiva. Va dando palos de ciego, y lejos de encontrar la estabilidad tan prometida como ansiada, Moshiri incluso tanteó la opción de recuperar a Roberto Martínez, un entrenador que salió del club después de las protestas de los aficionados en 2016. Otro paso en falso, más aún teniendo en cuenta que el catalán es el actual seleccionador de Bélgica. Sin el visto bueno de la federación belga para que Martínez compaginase ambos trabajos, tocaba buscar un nuevo candidato. Sonó también el nombre de Fabio Cannavaro, campeón de la Superliga China, como el portugués, y del exfutbolista del club Wayne Rooney.

El martes aparecieron nuevas pintadas, nuevas pancartas y nuevas protestas. La directiva de Moshiri volvió a ser el centro de las críticas y un grupo de aficionados dejó clara su opinión respecto a quién debería ser el entrenador del Everton. En la campaña llamada 27 años, el tiempo que llevan los toffees sin ganar un título, pidieron la destitución de Pereira antes incluso de que el club lo contratara. "Pereira fuera, Lampard dentro" era el mensaje. El miércoles, el entrenador portugués ofreció una entrevista a Sky Sports con la intención de ganarse a sus detractores: "Entiendo el sentimiento de la afición porque el club no ha logrado buenos resultados en los últimos años, es normal que no estén contentos". También mostró su satisfacción por las conversaciones mantenidas en el club, asegurando haber dejado una impresión positiva en los que esperan sean sus nuevos jefes.

Frank Lampard se despertó el jueves como el principal candidato al puesto. Después de lo sucedido con Rafa Benítez, sería una temeridad contratar a un entrenador que no cuenta con el beneplácito de parte de la grada. Se espera que el ex entrenador del Derby County y del Chelsea se reúna nuevamente con la directiva del Everton el jueves por la tarde. Su nombre sonó recientemente para ocupar banquillos como el del Aston Villa, Crystal Palace o el Norwich, pero después de su entrevista de la semana pasada y de los acontecimientos de la presente, Lampard toma ventaja en la carrera por el banquillo toffee.