La Copa de África traslada tres partidos a Yaundé
Los partidos que cambian de sede son los de cuartos de final entre Egipto y Marruecos y Senegal contra el ganador del Mali-Guinea Ecuatorial, además de la primera semifinal del 2 de febrero.
El Comité Organizador de la Copa de África de Naciones, reunido este miércoles, anunció que ha requerido garantías de seguridad de que no se repetirá "un incidente similar" a la avalancha que causó ocho muertos el pasado lunes en el estadio Olembe, anunció que la semifinal programada en ese campo no se jugará allí hasta que "no haya recibido el informe de la comisión de investigación" y trasladó tres partidos, dos de cuartos de final y la otra semifinal, de las ciudades de Douala y Garova al estadio Ahmadou Ahidjo de Yaundé.
"El próximo partido inicialmente programado en el estadio de Olembé no se llevará a cabo hasta que la CAF y el comité organizador local hayan recibido el informe completo de la comisión de investigación indicando las circunstancias y eventos que llevaron a la lesión y muerte de los espectadores en el estadio de Olembé", explicó sobre las decisiones tomadas por el Comité Disciplinario de la Confederación Africana de fútbol.
El Comité Organizador de la Copa de África, a la vez, exigió "garantías de que se han implementado las medidas adecuadas para garantizar que un incidente similar no vuelva a ocurrir" en el torneo.
También acordó el traslado de tres encuentros al estadio Ahmadou Ahidjo en Yaundé: los partidos de cuartos de final del próximo domingo Egipto-Marruecos y Senegal contra el ganador del Mali-Guinea Ecuatorial, además de la primera semifinal del 2 de febrero, prevista inicialmente en Douala.
El pasado lunes, ocho personas murieron y 38 resultaron heridas en una avalancha de aficionados a la entrada del estadio Olembe, en Yaundé, antes del inicio del partido de los octavos de final de la Copa de África entre la selección anfitriona, Camerún, y Comoras.
El suceso ocurrió unos 45 minutos antes del comienzo del partido, cuando los aficionados empujaron una de las barreras de entrada al estadio, según explicó el gobernador regional, Paul Bea.