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MÁLAGA

Manolo Gaspar respalda a José Alberto pese al rechazo de la afición

José Alberto pasa por su momento más delicado desde que es entrenador del Málaga. Manolo Gaspar le respalda, al menos por el momento.

Manolo Gaspar con José Alberto y el cuerpo técnico.
Mariano PozoDIARIO AS

Manolo Gaspar respalda a José Alberto López a pesar de la mayoritaria opinión de los aficionados, que desean su dimisión o cese. El director deportivo se encuentra en una posición delicada porque esta desazón popular en torno a la figura del preparador asturiano puede afectar al equipo y salpicarle a él como se pudo apreciar el pasado sábado tras el tremendo varapalo sufrido ante el Ibiza de Paco Jémez que ganó por un contundente 0-5 que provocó las iras del respetable que coreografió su deseo de que el entrenador salga.

Si comparamos la clasificación del equipo en esta temporada con la que tenía en la misma jornada 24 el año pasado nos encontramos con estos datos. En Málaga tiene los mismos puntos, 31. En 2020-21 estaba en el puesto 12. Ocho partidos ganados, siete empatados y nueve perdidos. 22 goles a favor y 31 en contra. A nueve puntos del sexto puesto que ocupaba el Rayo Vallecano y siete por encima del Cartagena que estaba en descenso. La gente estaba encantada porque las expectativas, que pronosticaban infinito sufrimiento se estaban superando con creces.

En la presente campaña el equipo es decimocuarto con ocho puntos ms que el Fuenlabrada, referencia en la zona de descenso y siete menos que el Girona, en la frontera del playoff. 23 goles marcados y 35 anotados. La afición está enfadada porque considera que este Málaga no cumple con lo que se esperaba.

El responsable en la parcela de fichajes jamás mencionó que el equipo debía luchar por el ascenso. “Sabemos de dónde venimos. Queremos ser ambiciosos y el objetivo es mejorar lo conseguido el año pasado”. Eso dijo. Pero la hinchada, trasdós años de infinito sufrimiento, se ilusionó con algo más tras la confección de una plantilla, por fin, sin límite de fichas profesionales.

Desde el minuto uno la elección de JAL no gustó. Cuando el equipo sacaba adelante los partidos en casa había murmullos en la grada y diáspora en las redes sociales. Ahora las cosas han empeorado. El Málaga ha sacado solo un punto de 12 posibles y se ha pasado del run-run a la cacería abierta. Desde los tiempos de Juan Ramón Muñiz, Bernd Schuster o Jesualdo Ferreira no se recuerda un desafecto similar hacia un entrenador. El Málaga tiene dos salidas consecutivas para medirse al Mirandés y Zaragoza para recibir en su hogar nada menos que al Almería.

Gaspar es de los que sostienen que el mayor fracaso para un director deportivo es tener que echar a un entrenador. Por eso prefiere no decidir en caliente. La realidad es que si en estos dos viajes el equipo no da la talla, la presión popular puede inclinar la balanza del lado de quienes piden la cabeza de José Alberto.