Objetivo triplete
Tras levantar la Supercopa y con inmejorable posición en Liga, la Copa, sin Atleti, Sevilla ni Barça, gana enteros para que el Madrid pelee por un triplete nacional. Solo lo hizo una vez.
Al Real Madrid se le pone todo de cara para pelear por el triplete esta temporada. Quizás no el triplete clásico, el que componen la Liga, la Copa y la Champions, pero sí un triplete nacional. De hecho, el equipo blanco ya ha dado el primero de esos tres pasos, tras imponerse en la Supercopa de España disputada en Arabia Saudí, en la que derrotó al Barcelona en semifinales y al Athletic en la final. Sumó el Madrid su 12ª Supercopa y, de paso, su primer título del curso.
La Liga está bien embocada, si bien no puede darse todavía por un título casi hecho, pero sí a medio cocinar. El Madrid es líder con 49 puntos tras 21 jornadas, seguido por el Sevilla, con cuatro puntos menos y los mismos partidos disputados. La pelea, a estas alturas, es un mano a mano entre madridistas e hispalenses: el tercero es el Betis, a 12 puntos del Madrid, cuarto y quinto son Atleti y Real Sociedad, a 16, y el Barcelona es sexto, a 17.
Si el Madrid cuaja una segunda vuelta similar a la primera, en la que sumó 46 puntos, será difícil que no se agencie el título. Además, se impuso al Sevilla en el Bernabéu (2-1), por lo que tiene una parte del goal-average ya completado; si no cede en el Pizjuán, también contará con esa bala en caso de empate a puntos al final del curso. El equipo de Lopetegui tuvo la opción de colocarse a dos puntos, pero empató contra el Valencia y mostró su primer signo de debilidad; está afectado además por la Copa África, a donde se han ido Bono, En-Nesyri y Munir.
Y luego está la Copa, torneo en el que el Madrid se ha abonado al sufrimiento: ganó en dieciseisavos al Alcoyano por 1-3, pasando malos ratos en la segunda parte y temiendo por momentos la prórroga; y en octavos tuvo que remontar en el tiempo extra, con goles de Isco y Hazard, dos suplentes que se rebelaron ante su situación. Por momentos se vio eliminado el equipo de Ancelotti, pero sacó la cabeza en el Martínez Valero y está en cuartos.
La Champions es otra historia
La ronda de octavos de final ha puesto la Copa en excelente posición para que el Madrid se lance a por ella: han caído en ella el Atlético, el Sevilla y el Barcelona, todos teóricos rivales directos del Madrid por los títulos nacionales. Quedan en liza Mallorca, Rayo, Cádiz, Valencia, Athletic, Betis y Real Sociedad. Los tres últimos asoman como los principales obstáculos del Madrid en la pelea por el triplete nacional. Un triplete que solo ha conseguido una vez en su historia el equipo blanco en una misma temporada: fue en la 1988-89, aquel Madrid de la Quinta del Buitre reforzado con Hugo Sánchez y Bernd Schuster y entrenado por Leo Beenhakker. El Madrid se adjudicó la Liga perdiendo solo un partido (2-0 en Balaídos), eliminó a Elche, Sporting, Celta y Atleti para llegar a la final de Copa, donde batió al Valladolid, y superó al Barcelona en la Supercopa de España, ganando 2-0 en casa y perdiendo 2-1 en el Camp Nou.
No quiere decir esto ni de lejos que el Madrid no se vea competitivo en la Champions League. El equipo blanco ya llegó a semifinales el curso pasado, cuando la corriente general señalaba que le iba a costar competir con los mejores de Europa. Pero Ancelotti sabe que esa pelea está lejana todavía y, además, que en la Champions los rivales imprimen un ritmo muy superior al que se ve en España; está por ver cómo encajará el Madrid esa impronta, empezando por los octavos de final contra el PSG de Mbappé, Neymar y Messi.