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EL REPORTAJE

"Las vueltas de honor en el Camp Nou se quedaron a medias"

Manolo Sanchís, junto a Chendo, es el jugador blanco que ha ganado más títulos de la competición, cinco. Aragón: Aquel gol desde el centro del campo tenía su premeditación".

"Las vueltas de honor en el Camp Nou se quedaron a medias"

El eterno capitán blanco comparte con Miguel Porlán Chendo el honor de ser el jugador de la historia del Real Madrid que ha ganado más Supercopas. Cinco. Cuatro sobre el terreno de juego, las cuatro frente al Barcelona y una por haber sido su equipo campeón de Liga y de Copa y no disputarse entonces la competición cuando se daba esa circunstancia. Precisamente sobre esa edición, la de 1989, es sobre la que ironiza Sanchís cuando se le recuerda la circunstancia.

"Esa la gané, la ganamos, como el Cid, sin tener que luchar sobre el campo de batalla. No tuvimos ningún problema. No sufrimos nada. Fue el título más sencillo de mi carrera, pero merecido tanto o más que los demás porque habíamos sido campeones de Liga y de Copa. Creo que ese fue el cuarto doblete de la historia del club y desde entonces no se ha conseguido más. Prueba de su dificultad".

“Gané una Supercopa como El Cid, sin tener que luchar en el campo de batalla”

Sanchís

Manolo, cuando entra en la conversación, no había caído en el detalle de que las otras cuatro finales se las había ganado al Barça. "Eso significa que nuestra rivalidad se llevaba y se lleva, como se acaba de comprobar en el último partido, a todas las competiciones. Es un enfrentamiento que nunca queda indiferente y siempre se quiere ganar, independientemente del torneo que se juegue. Por ejemplo, las dos Copas que gané fueron al Valladolid y al Zaragoza".

El capitán blanco también guarda en su memoria como en dos ocasiones intentaron dar la vuelta de honor al Camp Nou para celebrar el título y en ninguna de las dos ocasiones pudieron hacerlo. "La primera de ellas, la del 88, coincidió con la llegada de Schuster al Real Madrid y su primera visita al Camp Nou fue en la Supercopa. El ambiente estaba cargado por doble motivo. Por lo de Bernardo y porque ganamos. Tuvimos que cambiar de planes e irnos rápido hacia el túnel de vestuario donde nos esperaba la Policía para protegernos. Luego nos volvió a pasar algo parecido unos años después (1993) también nos lanzaron todo lo que podían y abortamos la operación y nos fuimos para casa".

Supercopa 1990. Golazo de Aragón. La ida en el Camp Nou, una semana antes (5-12) había acabado con victoria del Real Madrid con un gol de Míchel, pero lo más reseñable había sido el pisotón de Stoichkov al árbitro del partido, Urizar Azpitarte y la consiguiente tarjeta roja. También fue expulsado el técnico local, Johan Cruyff, por protestar al colegiado. La mínima renta se vio compensada con un tempranero gol de Jon Andoni Goikoetxea, pero la reacción madridista fue inmediata con tantos de Butragueño (dos) y Hugo Sánchez. Pero el gol de la noche, que forma parte de la historia de esta competición, lo marcó Santi Aragón desde un metro más allá del círculo central, 42 de distancia de los tres palos de Zubizarreta. Era el tanto que no había marcado Pelé en el Mundial de México 70 cuando quiso sorprender al checo Viktor desde una docena de metros más atrás.

Desde entonces, 32 años, cada vez que se disputa la Supercopa, el osado goleador se ve obligado a rebobinar en el tiempo y recordar la jugada. Siempre hay alguien que le llama para recordárselo. "Lo peor de todo fue que de los últimos quince minutos del partido no me enteré de nada. Entre la emoción del gol y que ganábamos 4-1, fueron momentos de nube total. Míchel, que estaba a mi lado cuando rematé y fue el primero que vio que ese balón entraba, me levantó en hombros y al final, Zubizarreta me estrechó la mano y me felicitó".

“Aquel gol a Zubizarreta desde el centro del campo tenía su premeditación”

Aragón

La acción no fue fruto de la casualidad. Con el 10 a la espalda, Aragón remató con premeditación. "Sabíamos que el Barça de Cruyff jugaba con la defensa adelantada y Zubizarreta en muchas fases del partido, sobre todo cuando atacaba su equipo, hacia un poco de defensa libre. Antes de esa jugada algún compañero mío ya lo había intentado. Robé el balón a Eusebio en el círculo central pero ya en su campo. Salí trastabillado de la jugada y mientras me equilibré vi, al fondo, a Zubi adelantado. Como tenía un buen desplazamiento de balón en largo, lo intenté. El partido estaba para ello y lo vi claro porque lo tenía en la cabeza. Míchel cantó gol cuando el balón todavía iba por el aire, yo hasta que no la vi dentro no dije nada".

Supercopa 2008. De la Red, revulsivo y remontada con nueve. El recuerdo de la Eurocopa ganada en el Prater planeaba sobre el fútbol español cuando en agosto se abrió la nueva temporada con la Supercopa. El campeón de Liga, el Real Madrid, se impuso al campeón de Copa, el Valencia, por un global de 6-5. Dos partidos electrizantes. Los de Emery dieron primero en Mestalla (3-2). Los de Schuster replicaron a lo grande en la vuelta (4-2). Rubén de la Red fue el gran protagonista de la remontada de su equipo.

“Entré en el minuto 79 y marqué en el 85. Remontamos con nueve”

De la Red

Desde Dubai, donde se foguea como entrenador, airea uno de sus mejores recuerdos como futbolista. "Veníamos de la Eurocopa y para Casillas, Sergio y para mí fueron los primeros partidos de la temporada con muy pocos días de entrenamiento. Fueron dos partidazos. Allí lo pasamos mal, pero el resultado no fue todo lo malo que podía haber sido. La vuelta fue rara. Nos quedamos con nueve jugadores. Echaron a Van der Vaart al final del primer tiempo y después a Van Nistelrooy mediado el segundo. Schuster me hizo entrar por Guti en el minuto 79… y marqué en el 85".

Rubén se recrea en contar cómo fue el gol. Posiblemente uno de los más bonitos y decisivos de su carrera. "Ganábamos 2-1 pero el Valencia aprovechaba su superioridad para atacar. Un gol suyo nos hubiera complicado mucho la final. Recuperé el balón en el círculo central. Hice una buena conducción, avancé, avancé y como tampoco tenía otras alternativas de pase no me lo pensé y remate con la derecha, con el empeine interior, alta, desde 35 o 40 metros. La pegué bien, el portero caminaba hacia atrás y no pudo llegar. Era el 3-1 que nos dio tranquilidad y nos aseguraba la prórroga si ellos marcaban. Fue el gol importante, sí. Luego marcó Higuaín el 4-1. También acababa de salir. Dimos energía al equipo y ganamos el título. Fue una gran final. Lo trabajamos muy bien".

Aquél fue el penúltimo gol de su carrera. Aún tuvo oportunidad de marcar otro al Racing de Santander en El Sardinero, en la tercera jornada de Liga, antes de sufrir en Irún, en partido de la Copa (30-10-2008) contra el Real Unión el desmayo que le tuvo 15 minutos sin conocimiento. Los reconocimientos posteriores confirmaron su dolencia cardíaca y su retirada definitiva.