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REAL MADRID - VALENCIA | LA ENTREVISTA

David Albelda: "Me ha gustado la adrenalina del banquillo"

El exjugador del Valencia se tomó seis años de respiro tras su retirada como jugador. En 2019 volvió al mundo del fútbol como técnico del Atzeneta

David Albelda: "Me ha gustado la adrenalina del banquillo"
ALBERTO IRANZODIARIO AS

El suyo, el de David Albelda Aliqués (La Pobla Llarga, Valencia, 44 años) es un caso frecuente en el fútbol actual. Futbolista internacional con casi dos décadas de profesional en el Valencia, que ha disputado dos Mundiales (2002/2006), una Eurocopa (2004), unos Juegos Olímpicos (2000) y ha ganado dos títulos de Liga, una Copa, una Copa de la UEFA y dos Supercopas y que en su nueva vida quiere ser entrenador. Ni más, ni menos.

Se tomó un respiro de seis años desde que colgó las botas hasta su primera experiencia en el banquillo del Atzeneta, un club de la Tercera valenciana al que ascendió a Segunda B. Dos cursos en el banquillo. Frenazo voluntario y tiempo para la reflexión y búsqueda de una nueva aventura. Mientras, mata el tiempo viendo mucho fútbol, ejerciendo de tertuliano en las ondas y acompañando a su hijo a los entrenamientos.

En mayo puso punto final a su primera peripecia como entrenador con un rotundo: "Estoy un poco cansado, necesito tomar aire".

Me refería a un cansancio psicológico. El fútbol, independientemente de la categoría, tanto de jugador como de entrenador, te exprime al máximo. Además, en nuestro pequeño club no teníamos una infraestructura grande y teníamos que hacer de todo. Viví realmente la realidad de la Segunda B, que ahora es la Primera RFEF. Una categoría donde aprendes mucho. Más incluso que en un club potente con una escuela en la que te pueden dar todo medio hecho.

Se fue, entonces, un poco desengañado…

No, todo lo contrario, me fui contento y satisfecho. Me ha gustado la adrenalina del banquillo. Sigo teniendo bien alimentado al entrenador que llevo dentro. Bien es verdad que cuando vas teniendo experiencias, vas poniendo límites sobre dónde ir a entrenar o no. Por eso ahora estoy parado. He tenido ofertas, pero he considerado que no era el momento de afrontarlas. Estoy en fase de aprendizaje y no descarto entrenar en estas categorías, aunque no sean profesionales como Primera y Segunda.

¿Cómo definiría esta primera experiencia en el banquillo?

Apasionante. Cuando eres jugador la presión se reparte entre todos. Cuando eres entrenador estás solo y llevas toda la responsabilidad. Me ha gustado la situación. Cuando era jugador no me planteaba la posibilidad de entrenar. Acabé y tenía ganas de alejarme del fútbol del todo. Pasó un tiempo, reseteé y comencé a abrir puertas. Me saqué los títulos de entrenador y volví a acercarme al fútbol. Probé y me gustó. Tengo presente que cualquier jugador profesional lo tiene que hacer bien como entrenador. Son experiencias que puedes hacer valer, pero después cada uno tiene que saber gestionarlo en los entrenamientos y en los partidos.

Desde fuera daba la sensación de que era de esos jugadores que llevaban desde siempre un entrenador dentro, de esos que se pasaba la vida preguntando al entrenador…

No, no. Al contrario. Yo siempre pensé que el entrenador era mi jefe y yo no estaba para cuestionarle nada. Estaba para cumplir órdenes. Y así actuaba. Cuando eres jugador, creer que sabes más que el entrenador te puede confundir. Lo que sí intentaba asimilar es el trabajo de cada día. En momentos puntuales sí pude tener conversaciones con el técnico, pero no en plan de cuestionar, si acaso de aprender. ¿Por qué esto, por qué lo otro? Siempre he pensado, antes y ahora, que el entrenador es quien pone la idea y los jugadores son los que tienen que captarla y ponerla en práctica. Para mí, preguntar es cuestionar. Y cuando cuestionas mucho te dicen que eres un 'tocacojones'.

¿Qué ha aprendido en estos dos años que no se estudia en los libros de texto para ser entrenador?

La teoría cambia mucho en la práctica. Entender el partido, gestionar un grupo de gente adulta, gestionar el aspecto psicológico… Ya puedes estudiar lo que quieras que cada minuto y cada segundo en el vestuario o en el campo es distinto. Tienes 23 jugadores de su padre y de su madre y convivir con ellos todos los días no es tan fácil. Es importante que tengan carácter, pero sin son jóvenes también me gusta que tengan desparpajo.

Explique a quien quiera escucharle cómo quiere Albelda que sean sus equipos. Tres cualidades innegociables.

Entrega y trabajo, seguro, pero eso lo piensan todos los entrenadores. Y la tercera que añado es la de formar un equipo compacto defensiva y ofensivamente. A los defensas les suelo decir que cuando recibimos goles no solo es un problema suyo y del portero, sino de todo el equipo. Por eso si queremos que los de arriba nos ayuden a defender, los de atrás tienen que ayudarles a atacar. Creo importante tener dos centrales rápidos que nos permitan jugar más avanzados.

Como consumidor diario de fútbol de todas las categorías, incluidas las no profesionales, ¿hacia dónde cree que se mueven las tendencias actuales, el aspecto físico vuelve a predominar ante el técnico?

Siempre me han parecido vulgares ese tipo de conclusiones sobre las tendencias futbolísticas. Para jugar en la élite, está muy bien lo físico, pero tiene que ir acompañado de lo técnico, de lo táctico, de lo psicológico… Por eso es la élite. Tengo en la cabeza un ejemplo, Gavi, el jugador del Barça. Lo ves chiquitín, flojo físicamente, pero sin embargo hay en él algo que destaca. El otro día fueron los kilómetros que recorrió; otro, las faltas que hace; otro, como juega el balón. Es un chico que entra al choque, es fuerte. Es el prototipo del futbolista completo y eso es lo que tenemos que buscar. Se busca el jugador total, lo interesante es la mezcla de todos esos conceptos.

Por su posición en el campo como jugador, ha tenido que sufrir de cerca a todos los grandes del fútbol en las dos últimas décadas. Dígame uno que le amargara la existencia un partido sí y otro también.

Messi. Su uno contra uno era mortal. Sabías lo que te iba a hacer y te lo hacía. Entre eso y que se mueve de fuera hacia dentro, busca la espalda del medio centro para encarar a los centrales y nunca tiene una posición fija, te hace la vida imposible. Era letal. Y no le podías poner uno encima porque aparecía por todas las partes. Tiene mucha movilidad. Más que Cristiano, por ejemplo. Otro caso era cuando jugabas contra Xavi Hernández, te desesperaba porque no fallaba nunca un control y te aburría con la posesión. Pensabas que ahora se la robo, pero nunca se la robabas.

Hablando de Xavi, ¿no tiene un poco de envidia sana de su situación? Sin gran experiencia como entrenador en el fútbol de élite, le han ido a buscar y le han puesto a su disposición a su Barça, por mucho que atraviese la situación que atraviesa.

Usted lo ha dicho. Le han puesto a su Barça. No es una casualidad. Su Barça fomenta estas situaciones. Tenemos antes los casos de Guardiola y Luis Enrique. No todos los clubes hacen eso, el Barça sí lo hace. Estaría muy bien que todos los clubes apostaran por su gente, la que ellos mismos han ido formando en su escuela. Por mi parte, tomé un camino diferente, empecé en un club de un pueblo de mil habitantes, con jugadores ya mayores. Nunca vi la opción de comenzar en el Valencia, ni en su escuela. Nunca. ¿Raro? Cada club se gestiona como quieren sus dueños. Y el Valencia se vendió a gente de Singapur y ellos gestionan el club como ellos creen.

¿Sufre con el Valencia?

No. Una vez que sales, lo sigues, pero poco a poco vas perdiendo la pasión que antes tenías. Tengo la sensación de que mi tiempo ya pasó. Luché siempre por el Valencia, pero ahora mismo soy un aficionado que lo sigue viviendo, pero no con la misma pasión como para sufrirlo como antes lo sufría.

Pero la puerta del Valencia siempre la tendrá abierta. Es la puerta de su casa. Uno nunca cierra la puerta de su casa.

Sí, pero cuando sales de ese círculo lo que buscas es hacerte camino, no estás esperando toda la vida a que te llame el club porque al final te puede llegar o no te puede llegar. Es absurdo estar esperando. Me dedico al presente, a trabajar día a día, a formarme. No me lo planteo. Ya veremos. Para volver al Valencia, tengo que hacer méritos. Si los hago puede que en algún momento tenga opciones y si no los hago, pues no tendré opciones. No vivo pensando en volver. Puede pasar de todo.

¿Sus ideas como entrenador en qué paralelo están? ¿Más cercanas a los Guardiola, Xavi… defensores de un estilo, o por el contrario comulga con los Benítez, Mourinho…?

No me quiero etiquetar. Al final, un entrenador depende de la plantilla que tiene. Según lo que te encuentres. A veces puedes participar de un proyecto y amoldarlo a tu idea y otras veces tienes que acoplarte del todo a lo que te dan. Hoy en día creo que los entrenadores se están acoplando más a lo que se encuentran que antes. El otro día lo decía Quique Sánchez Flores. Ha llegado a un club con una plantilla hecha y se tiene que acoplar a sacar rendimiento a la plantilla que tiene.

Esta noche nos chocamos con un Real Madrid-Valencia. Albelda disputó como jugador 25 con más derrotas que victorias, 21 con el club 'che' y cuatro con el Villarreal (cedido). De sus batallas contra los del Bernabéu, sobre todo nos acordamos de un partido en Mestalla en el que debutaba Zidane y David tuvo un protagonismo especial.

Recuerdo el partido porque fue uno de los más llamativos de mi carrera y se le dio mucho protagonismo a nivel mediático. Fue un año bueno. Comenzamos ganando al Madrid en ese partido y luego ganamos la Liga.

Me consta que las crónicas de aquel encuentro (25-8-2001) no le gustaron en todo lo que se referían a usted, a sus entradas a Zidane…

Lo que siempre he mantenido sobre aquella noche, es que hay que diferenciar entre patadas y faltas tácticas. Todo depende de la violencia de esas entradas. Puede que hiciera seis o siete faltas tácticas (hizo ocho), pero ninguna fue violenta. Si el árbitro me enseñó una tarjeta fue por reiteración en las 'faltitas', no por una entrada alevosa. Eso es lo que me molestó de aquellas crónicas. No fue un marcaje al hombre. Nosotros vivíamos en zona. Es verdad que Zidane se movió todo el partido por mi zona. Él no me dijo nunca nada a lo largo del partido. Algunas veces te dicen cosas, pero de aquella noche no recuerdo ninguna. Normalmente, los jugadores sabemos lo que pasa dentro del terreno de juego. Fue algo más mediático que entre nosotros. Aquello tuvo más repercusión porque era el debut de los galácticos y del propio Zidane.

En sus tiempos le ponían más los partidos contra el Madrid, que contra el Barcelona o el Atlético.

No especialmente. Lo que pasó es que en esa época nuestro rival para el título era el Madrid. El Barça estuvo cinco temporadas sin ganar la Liga. Que para el Barça aquello fue mucho. No creo que sea una cosa que se me pueda achacar solo a mí. En aquella época era en España en general donde se veía al Madrid de esa forma por sus grandes fichajes de nombre, por ser los galácticos, los ricos… Y entonces a cada campo que iba se le quería ganar. No era un tema mío personal, ni del Valencia. A todo el mundo le ponía mucho ganarle al rico.

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DIARIO AS

¿Y de dónde le viene la fama de 'antimadridista' que ya ha desmentido en varias entrevistas, pero que no se quita de encima?

Ahora estoy en la Cope y usted bien sabe que en la radio tenemos que ponerle un poco de humor y picante… La fama de 'antimadridista' me viene por esa rivalidad directa de la que hemos hablado y a eso se le puede añadir que cuando hemos tenido enfrentamientos polémicos, como cuando los goles anulados, el 'ushiro-nage', yo defendía lo mío y se fue haciendo una bola de que yo y el Valencia éramos los más 'antimadridistas' del mundo. Y al final eso queda para mucha gente.

Hablemos del partido de esta noche. ¿Se puede hablar ya de un Valencia de Bordalás?

Sí. Lleva suficiente tiempo para serlo. Es verdad que en estos días está pidiendo algo más para potenciar la plantilla, pero su idea futbolística ya está implantada. En el Valencia nos movemos mucho por lo que nos ha ido bien tradicionalmente. Y en el caso de Bordalás lo aparejamos bastante a lo que fue Rafa Benítez, con quien ganamos dos Ligas y una UEFA. Este Valencia es de esa idea, equipo aguerrido, duro, bien juntito… Esa idea caló bastante y de momento aquí con una idea diferente no se han sacado grandes resultados.

¿Le gusta este Real Madrid de Ancelotti?

Me gusta, sí. El técnico tiene un mérito tremendo. El equipo trabaja con mucha humildad. Cuando tiene que juntarse, se junta y cuando tiene que atacar, ataca. Es un equipo que tiene más cosas además de calidad. Ancelotti, desde la tranquilidad, les está sacando un partido brutal.

¿Y ve al Valencia amargándole la noche al líder?

Sí. A un partido, sí. Pelearle los objetivos, no. Todo va a depender de que el Valencia defienda bien, que es la tarea pendiente. Si lo hace, tiene gente para contragolpear. El Madrid sufre cuando el rival le defiende bien organizado. El Valencia, sin ser un gran Valencia, tiene cuatro o cinco jugadores muy buenos. Como conjunto es evidente que no está al nivel del Madrid.

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JAVIER GANDULDIARIO AS

¿Ve al Sevilla aguantando el tirón y luchando por el título hasta el final?

Sí. No es flor de un día. Lopetegui viene trabajando muy bien los últimos años y moviéndose siempre en la Champions. Lo veo como una especie de Atlético de Madrid, que en su mejor momento fue capaz de pelearles y ganarles al Real Madrid y al Barça los títulos. Creo que va a aguantar.

¿Y el Barcelona?

No creo que llegue. Tiene buen material, pero está en proceso de cambio de ciclo y lo tiene que compaginar con competir. Sí creo que va a llegar a meterse en las plazas de Champions, pero no le va a dar para la Liga. Su futuro pasa por los chavales que tiene y suerte que los tiene porque cuando te metes en una situación económica delicada, imagínate si no tuviera encima una buena cantera. Tendría que reinventarse mucho más. La llegada de Xavi ha servido para tener claro el camino que quieren cara al futuro, recortar el trayecto y lo antes posible estar compitiendo otra vez con los grandes.

Terminamos. ¿Se arrepiente de haber dicho públicamente que no le daría la mano a Koeman si se lo encontrase por la calle?

No. Se me preguntó y respondí con franqueza. No le tengo odio, pero creo que no actuó de buena fe. En el fútbol uno no siempre espera que todo el mundo te haga bien. Uno tiene que entender que un entrenador quiera otro perfil de jugador. Eso es normal. Pero un entrenador que encima ha sido jugador tiene que tener un poco más de empatía para tratar esa situación como toca tratarla. Tiempo después hemos visto que tampoco le ha tratado bien, por ejemplo a Luis Suárez, que dice que se enteró por la Prensa de que el Barça no le quería… No es un problema de decir no cuento con Albelda, sino es el comportamiento, que fue desleal conmigo, con Cañizares y con Angulo. Fueron peor las formas que el fondo. No por haberme dicho que no me quería se convertía en mi enemigo. En el fútbol estamos acostumbrados… Pero con tan poca clase... No tengo nada contra Koeman, pero no le daría la mano a una persona que en un momento de mi carrera ha actuado de manera desleal.