No es el primer lío de Sikazwe: una roja a Ramos, corrupción...
El colegiado tiene una amplia trayectoria. Pitó la final del Mundialito y le perdonó la expulsión al excapitán del Madrid. Fue suspendido por una mala actuación en 2018.
Janny Sikazwe ha pasado del casi anonimato a ser uno de los nombres deportivos de lo que va de 2022 en cuestión de minutos. El árbitro pitó el final del Túnez-Mali en el minuto 85. Los futbolistas le reclamaron que no había acabado. Lo reanudó y pitó, de nuevo, en el 89'. No se había llegado al 90 y los cambios y el VAR reclamaban a gritos un tiempo de descuento elevado. Posteriormente, se trató de proseguir el partido una vez más, pero Túnez ni siquiera se presentó. Un error que pasará a la historia, en una competición de tal calibre como la Copa de África. Una actuación que lleva a pensar que el árbitro era un novel. Nada más lejos de la realidad, tiene una gran trayectoria internacional, ha dirigido finales y era de la máxima confianza de la FIFA. No todo es de color de rosa: no cuajó una buena actuación en el Mundialito de 2016 y fue sancionado dos meses por sospechas de corrupción en la Champions africana.
El gran episodio sonado de su pasado sucedió en la final del Mundialito de Clubes que disputaron el Real Madrid y el Kashima Antlers en 2016. Los blancos, completamente bloqueados, necesitaron de la prórroga para imponerse a su rival, presuntamente de categoría inferior. Instantes previos a la conclusión de los 90 minutos reglamentarios, Sergio Ramos hizo una falta contundente sobre un rival, que podría haberle costado la segunda amarilla. Janny Sikazwe, sin embargo, no se la sacó tras unos compases de incertidumbre. El equipo japonés reclamó enfurecido y en el estadio se quedó la sensación de que el colegiado había cometido un grave error que podía acabar siendo trascendental en el encuentro.
Finalmente, el Madrid levantó el trofeo. Días más tarde, el propio Sikazwe concedió una entrevista para el portal FIlGoal, en la que admitió el error y explicó por qué no había expulsado a Sergio Ramos: "Sólo fue por una falta de comunicación entre mi asistente y yo: él me indicó la falta y me dijo por el pinganillo: 'Sin tarjeta'. Sin embargo, yo entendí 'con tarjeta'. No fue más que eso: una falta de entendimiento". Hace referencia a que en el momento de la acción llevaba la cartulina en la mano para mostrársela al antiguo capitán del Real Madrid, pero de repente la guardó y no le sancionó. La jugada hubiera acarreado la roja para Ramos y un cambio drástico en el partido. Sin embargo, mientras se acercaba al '4', su asistente le repitió que la acción no era merecedora de más castigo.
Confianza de la FIFA y corrupción
La carrera de Janny Sikazwe cogió impulso con el propósito de la FIFA de que África estuviera representada, a nivel arbitral, en el Mundial de Rusia 2018. El colegiado, elegido para ese gran paso para el continente, tuvo que acudir a Chile a un curso intensivo, organizado por la propia FIFA, para formar a colegiados en el más alto nivel. Antes de todo, ya era un habitual en la Copa Africana de Naciones, donde dirigió la final de 2017. También en eliminatorias de acceso al Mundial y en Champions Africana.
Posteriormente, se hizo realidad su sueño de arbitrar en un Mundial. Lo hizo, efectivamente, en el de Rusia. Pitó el Bélgica-Panamá y sacó ocho tarjetas. Fue discutido, pero su actuación no tuvo impacto en el resultado: 3-0 para Hazard y compañía. También en fase de grupos el triunfo de Polonia por cero goles a uno ante Japón. No llegó a las eliminatorias, si bien su participación fue una revolución para el continente. Tanto es así que en Zambia lo recibieron como un héroe y le mantearon al aterrizar en el aeropuerto por lo logrado.
Sikazwe también tiene experiencia como árbitro de VAR y viene de pitar la Copa Árabe. Un colegiado de amplia trayectoria, que suma más episodios traumáticos. En un partido de clasificación para la Copa de África 2016, Salah se quedaba solo para marcar y dar el triunfo a los suyos, que empataban a uno frente a Nigeria. El protagonista de estas líneas señaló el final ante la incredulidad de los egipcios. De nuevo, el mismo matiz: el gran problema es que no se había llegado al tiempo establecido.
Pero probablemente su peor ventana deportiva ocurrió en 2018. En aquel entonces fue suspendido por acusaciones de corrupción por su arbitraje en el duelo entre Esperance y Primiero Agosto de la Champions Africana. Sikazwe pitó un penalti a favor del Esperance, minutos después de anular un gol a su rival por presunta falta sobre el portero. Ambas jugadas daban lugar a dudas y la CAF apostó por emprender una investigación y posteriormente sancionarle provisionalmente. Esto ocurrió en noviembre de 2018, pero la FIFA levantó la pena solo dos meses después.
La historia de un árbitro que dará la vuelta al mundo a lo largo del día de hoy. Queda por ver si su polémica actuación le pasa factura de cara a un futuro o en esta misma Copa de África. Por el momento, su decisión es incomprensible. Se desconoce si no paró el reloj al descanso, tenía una toma de tiempo que no correspondía con la real... Se han filtrado imágenes en las que en el 79', señala al banquillo que añadía cinco minutos. Si así fuese, todo parece indicar que su cronómetro iba con un desfase de diez minutos. Sea como fuere, su actuación se escribirá en los libros del fútbol, pese a no ser su primer escándalo. Janny Sikazwe, el primer gran protagonista del torneo.