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DEPORTIVO

El Depor y el mercado: del caos a máxima eficiencia en un año

El Depor ha resuelto en un suspiro sus metas de enero: un extremo (Álvaro Rey) y dos salidas (Valín y Benito). Contrasta con la anarquía de la pasada temporada.

Borja Jiménez y Carlos Rosende, secretario técnico del Deportivo, entrenando en la sede de la Plaza de Pontevedra.
Jesús Sancho (Sanchofoto)

El mercado invernal se abrió el pasado 3 de enero y solo tres días después el Deportivo tenía resueltos los retos que se había marcado para este periodo de fichajes. La secretaría técnica comandada por Carlos Rosende tenía muy claras sus metas: dar salida a dos laterales derechos concretos (Valín y Benito) y fichar un extremo derecho (Álvaro Rey) para cubrir el hueco dejado en ataque por un Víctor García que llegó al equipo como interior pero que explotó por las circunstancias como carrilero. Con estas operaciones el club da por cerrado el mercado a no ser que haya salidas inesperadas o aparezca algún jugador muy interesante, preferiblemente joven para inscribirlo en el Fabril.

La eficiencia de la nueva secretaría técnica queda patente por varios detalles. El primero, una rapidez de ejecución que contrasta con muchas otras temporadas en las que había que esperar hasta las 00:00 del 31 de enero para conocer la plantilla definitiva. Así, Borja Jiménez podrá disponer de los jugadores elegidos de manera inmediata y no se perderán ningún partido de enero: Talavera, Dux, Zamora y Racing de Santander.

El segundo, que los movimientos en el mercado se han hecho sin derramar un solo euro fuera del tiesto, con dos salidas para cubrir el coste de la ficha de la nueva incorporación. Además, de nuevo el club ha ido a tiro fijo en el refuerzo elegido, Álvaro Rey, y dando en la diana. El sevillano llega libre y a coste cero tras desvincularse del Bolivar. Con Jorge Valín se buscaba que se rodase en un Primera RFEF, y así será (Cornellá). Con Benito se quería una rescisión y también se ha logrado tras llegar a un acuerdo con el futbolista.

De Rolan a Villares y Rayco

La diligencia de Rosende y su equipo contrasta de forma brutal con lo sucedido la pasada temporada en este mismo mercado de invierno. El primer suceso no tuvo lugar hasta el 11 de enero, y no fue precisamente un fichaje. Ese día se destituye a Fernando Vázquez tras caer en Zamora (el equipo era segundo a cinco puntos de Unionistas) y llega Rubén de la Barrera. El primer movimiento del director deportivo, Richard Barral, en el mercado no llegaría hasta el día 27, en el que se contrata a Raí. Con Abanca harta del derroche de Vidal y su consejo, el cierre de mercado fue un verdadero caos con todo a resolver a última hora.

El 31de enero Rui Costa se va libre al Santa Clara y un día después se anuncia que Diego Rolan se marcha cedido al Pyramids egipcio ante la imposibilidad de seguir soportando su sueldo después de no poder ‘colocarlo’ en verano. Poco antes del cierre del plazo se intenta la cesión del delantero rayista Sergio Moreno, pero no cuaja y se termina inscribiendo a dos jugadores del Fabril en el último suspiro para ocupar las fichas libres: Villares y Rayco.