Aprobados y suspensos del Celta contra el Baleares: otra cabalgata estática de la Chachoneta
Por segundo año consecutivo los pupilos de Coudet se despiden el 5 de enero de la Copa del Rey frente a un equipo balear de la categoría de bronce que los supera en intensidad.
Dituro: Nada que hacer en los goles. Los dos cabezazos de Manel Martínez eran imparables. No tuvo más trabajo.
Mallo: Desquiciado desde el primer minuto. Regala dos corners y uno de ellos da origen al 1-0. En una de sus escasas apariciones en ataque resolvió con un flojo remate con la izquierda, la única vez que el Celta buscó la portería rival en el primer tiempo.
Murillo: Desenchufado. Se come un bloqueo en el primer gol del Atlético de Baleares y Martínez cabecea libre de marca. Escasa precisión en los envíos en largo.
Domínguez: Sin pena ni gloria. No tuvo opción de evitar ninguno de los dos goles locales. Intervino muy poco en la salida del balón.
Fontán: Fallón. Su puesto natural no es el de lateral zurdo y se le notaron sus limitaciones en ataque. En el descanso se quedó en el vestuario.
Veiga: Pagó los platos rotos. Pese a ser de lo poco decente del Celta en el primer tiempo, por lo menos en cuanto a intensidad, no saltó al terreno de juego en la segunda parte. Sin el jugador del filial, la banda derecha tampoco funcionó.
Tapia: No estuvo. Una sombra de sí mismo, en la presión y en el manejo del balón, salvo en un par de cortes. Antes del intermedio tuvo que ser atendido por molestias en una rodilla y ya no inició la segunda parte.
Denis: Impotente. El centro del campo del Atlético Baleares lo maniató por completo. Sin pase y sin llegada al área rival.
Nolito: Negado. Buscó desequilibrar a base de picardía, pero ha caído en un profundo bache de juego. En esta eliminatoria se esfumó la opción de que el andaluz le ponga un broche de oro a su trayectoria en el Celta.
Cervi: Intrascendente. Se movió sin peligro de un lado para otro jugando con libertad como segunda punta. Terminó en la banda izquierda, donde tampoco se encontró.
Galhardo: Sin ritmo. En su reaparición solo aportó juego aéreo. Su falta de gol, aún no ha marcado desde que llegó a Vigo, empieza a pesarle.
Galán (entró por Fontán): Desafortunado borrón. Acaparó el protagonismo en ataque desde que compareció sobre el césped y generó la jugada del tanto céltico. No obstante, su acción más determinante llegó al resbalarse en el 2-1, dejando libre de marca al bigoledador Martínez.
Beltrán (entró por Tapia): Intensidad con poco acierto. El conjunto vigués se hizo con la batuta en la medular a raíz de la irrupción del madrileño en el encuentro. Su combatividad no estuvo acompañada de inspiración.
Brais (entró por Veiga): El menos malo por el gol. Lo tenía todo a favor para marcar, pero aseguró resolviendo con contundencia. No logró hacer daño apareciendo entre líneas.
Mina (entró por Galhardo): Falto de pegada. Se estrelló contra la zaga local, también en la jugada del tanto céltico dado que el rechace que le cae a Brais viene de un remate del ariete vigués contra un zaguero del Baleares. No dispuso de más oportunidades.
Aspas (entró por Nolito): Ni el ‘10’ funcionó. Coudet lo metió a renglón seguido del empate. Los trucos que intentó en poco más de 25 minutos carecieron de magia.