"Linares ya no va a ser noticia por cerrar El Corte Inglés"

Alberto González (Tolox, Málaga, 7-6-1979) recibe a AS en el santuario del Linares, el vestuario local del viejo Linarejos, donde este miércoles dará a sus jugadores la última charla antes de intentar tumbar al Barça. Cuenta sus sensaciones, las de sus chicos y las de la ciudad antes de recibir al gigante azulgrana.

¿Qué piensa decirle a sus jugadores esta tarde aquí dentro para que se convenzan de que pueden ganarle al Barça?

Les he hablado ya antes en otros partidos ante equipos de Primera como el Alavés. Lo más importante es quitarle las caretas a los rivales que tenemos delante, olvidarse de la capacidad que se les presupone para conseguir ser nosotros mismos y que eso no nos condicione. Que saquemos nuestras máximas capacidades y que el miedo o el respeto excesivo no nos influyan.

Por lo que se respira, esto es más que un partido para la ciudad de Linares.

Totalmente. Después de ciento y pico años de historia de fútbol en la ciudad, llega un rival de los grandes de España por primera vez. Es lo máximo. La expectación es brutal, la afición está ilusionada y encima no llegas sólo con el deseo, sino con la creencia. Lo habitual en este tipo de partidos es el deseo y pensar que puede sonar la flauta. Pero la gente cree que se puede ganar y que se puede hacer. Venimos en buena racha y, a la vez, como el Barça no está en su mejor momento, la gente cree que se le puede meter mano. La gente cree que puede hacer algo grande.

A nivel social también es importante. Ha sufrido muchos golpes esta ciudad.

Lo venimos diciendo ya desde el año pasado. Hablábamos de esto bastante, de que nuestra ciudad salga en la tele por fin por cosas buenas. Que no sea porque han cerrado El Corte Inglés o porque ha habido una pelea o una trifulca, un accidente. Que estemos en las noticias por hechos bonitos y que transmiten cosas buenas de la ciudad.

¿Qué es lo mejor que le han dicho por la calle estos días?

Los mensajes de que vamos a ganar. La gente no dice vamos a disfrutar, sino vamos a ganar. Que la gente tenga eso en mente me parece muy significativo. Me gusta que la gente tenga esa mentalidad, independientemente de quien haya delante.

¿Cómo es el Linares?

Un equipo alegre en todos los sentidos. Intentamos hacer disfrutar a la gente. Nuestro estilo es buscar la portería contraria, que haya el máximo número de "uys", que son los que encienden la llamita en la gente. En cuanto encontramos el camino, nos gusta que pasen cosas, pisar el área y que la gente se enganche al equipo. Y cuando toca defender, pues igual. Ser agresivos, quitarle la iniciativa al rival y tener nuestro peso. Intentamos jugar a todo. Hoy en día hay mucho análisis y todos te van a conocer. Pero si se cierra una puerta, hay que abrir otra.

¿Cuál es su historia? Porque lleva 20 años trabajando. Primero en la formación, incluso fue subcampeón de Copa juvenil con el Málaga, pero luego como primer entrenador en equipos más modestos.

Desde el principio, cuando con 17 o 18 años descubrí la chispa de qué quería hacer con mi vida, que era dedicarme a esto, mi idea era ser entrenador. Hubo una época en la que decidí estudiar y hacer INEF. Y ahí compaginé entrenar un equipo juvenil con ser segundo de un primer equipo. Y ahí descubro que prefiero ser primero, aunque fuera en categorías más bajas, que ser segundo. Porque tenía la necesidad de desarrollar mis ideas, ver cómo se plasmaban. Y si tenía que corregir, matizar... Porque si eres segundo de alguien tienes que respetar al máximo la idea del primero e ir a muerte con ella. Entonces, veía que ese no era el camino. Prefería quedarme en categorías más bajas pero siendo primero, que poder aspirar a categorías más altas como ayudante.

Y aquel Málaga juvenil...

Estaba entrenando en Tercera y me llamaron para ser primero del equipo Juvenil de División de Honor y, en uno de esos dos años, conseguimos llegar a la final contra el Espanyol. Fue bonito porque eliminamos al Villarreal B, La Roda, que había quedado incluso por encima del Villarreal A, al Valencia y al Barça. Fue bonito jugar en el Mini y ver a esos jugadores que luego ves subir al Barça B, al primer equipo del Barça... De los nuestros, llegaron a élite Samu Castillejo, que ahora está en el Milan, y era el más destacado. También estaban Fabrice Olinga, que tocó pronto el primer equipo, Juanpi Añor... Rafa de Vicente está ahora en el Depor....

Este miércoles se da la mano con Xavi, un coetáneo suyo. ¿Cómo lo veía como jugador? Porque casi toda su formación coincide con él siendo estrella.

Pues ya lo viví hace un mes o así, cuando vino Raúl. Han sido dos de los grandísimos referentes que he tenido porque son los que he vivido en mi época más apasionada del fútbol. A Raúl le dije que nunca había sido muy de ídolos porque no he vivido así el fútbol, con la foto y el autógrafo. Me atraían más el juego y otras cosas. Pero sí los he tenido como referentes porque veía cómo se lo tomaban, con la responsabilidad que jugaban, su entendimiento del juego sin tener unas condiciones físicas superdotadas. Valoras para llegar donde han llegado. Aparentemente no eran jugadores que tú dijeses que eran como Cristiano o Messi que son bestias físicas. En el caso de Raúl, incluso ni parecía tan fino técnicamente. Y Xavi, al parecer tan pequeñito y abarcar tanto campo y ser tan fuerte y jugar tan claro, hacerlo tan fácil con lo difícil que es para otros, tener esa visión de juego... Para mí es un placer enfrentarme a ellos. Tenerlos tú a tú cuando los tenías tan lejos... Enfrentarnos a ellos y vernos la cara en un campo de fútbol es un sueño, por qué no decirlo. Un sueño cumplido que tienes desde niño. Enfrentarme a un primer equipo del Barça, a alguien que fue un referente... Va a ser un día muy emocionante.

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Por lo que ha visto de los últimos partidos del Barça, ¿hay un cambio real?

Sí hay cambio. Al final cada uno le da un toque a los equipos. Igual que había una diferencia entre Guardiola y Luis Enrique siendo juego asociativo, pero había más verticalidad con Luis Enrique, pues con Xavi hay un punto incluso de más ilusión. Transmite un poco más de ilusión el Barça. A mí, aparte del juego, me gusta mucho la ilusión que transmite un equipo en cuanto a valores. Y ahí hay un poco más de energía. Yo lo baso casi todo en los valores. Pero no valores como frasecitas puntuales, sino cómo transmites esos valores en el juego. ¿Qué nivel de energía se le pone a eso, de activación, de corazón? Aquí hay un punto extra de matices que le dan una identidad diferente, siempre teniendo en cuenta que ahora no hay jugadores tan contrastados. Hay jóvenes muy, muy buenos, que vamos a ver en los próximos años, pero cuando no estás tan testado, tienes que poner ese punto extra de chispa y energía; y yo creo que se lo están poniendo.

Todos los entrenadores tienen ese punto de ego que les hace pensar que pueden dar con la tecla para ganar un partido. ¿Tiene Alberto González la pócima para ganar al Barça?

No se trata de ego; se trata de que es nuestro trabajo. Dar con la tecla, tocar las teclas adecuadas para que tu equipo tenga más posibilidades. Yo no sé si para ganar o no, porque hay un rival muy grande delante con grandísimas capacidades. Pero estoy seguro de que cuando nos plantemos once contra once, si desarrollamos nuestras ideas vamos a tener opciones. Nos tenemos que agarrar a ellas y que nos lleven a ganar el partido.

Siempre se suele preguntar que a qué futbolista quitaría de un grande, pero ahora en la situación del Barça igual ni piensa eso...

A mí me gustaría que hubiesen venido las caras más reconocibles. Pero no por mí, sino por la gente. Al final, la gente viene a ver caras reconocidas. El espectáculo perdería si la gente no reconoce. Y eso hay que jugadores como Ilias que en dos años van a ser reconocidos y que la gente se acordará y dirá: a ese lo vi yo jugar en Linares. Porque son buenos. Pero a la afición, pues le gusta ver caras reconocidas de gente que han ganado tanto y tanto... A partir de ahí, creo que en este Barça no hay tanta gente determinante como cuando estaba Messi. Ahora lo que se impone es el colectivo. Con Dembélé pasan más cosas cuando está en el campo pero con los demás, por lo que yo veo, no hay tanto jugador determinante. Hombre, hay jugadores con la jerarquía de Piqué o Busquets que no serán tan determinantes a nivel de vistosidad, pero si juegan serían determinantes.

Linarejos va a ser pronto reformado, pero aquí se huele a fútbol de otra equipo. Aquí va a haber ruido...

Sí. Lo he vivido pocas veces por culpa de la pandemia porque el año pasado no había gente o, al menos restricciones. Pero aquí he vivido desde fuera, como espectador, un Linares-Jaén y fue espectacular. Y este año, en un partido puntual, ante el Alavés, Castilla o Barça B... Pero esto va a ser una olla a presión. Que haya 10.000 entradas vendidas, y más vendidas diez días antes, no lo he vivido nunca. El ambiente va a ser único e inigualable.

¿Van a ensayar penaltis?

Lo solemos hacer siempre antes de cada partido de eliminatoria. Terminamos así, jugándonos algún dinerillo para que haya aliciente. Pero ensayar unos penaltis, al nivel de cansancio y de emotividad, es muy difícil.

¿Puede quedarse tranquilo Xavi con el estado del césped?

Yo creo que está muy bien. Este año se ha hecho una inversión muy grande en cambiarlo entero, en drenaje, capas inferiores. Se ha contratado una empresa como Royalverd, que lleva muchos campos de Primera División y es una empresa importante. Y se intenta tener en las mejores condiciones. Es verdad que falta densidad de hierba pero el campo está liso, el balón desliza bien. He estado en otros campos que combinaba distintos tipos de hierba que hacía que no se levantase... Aquí está en muy buenas condiciones, así que creo que el balón va a deslizar bien.

Dice que la gente no sólo cree que va a disfrutar, sino que piensa que le va a ganar al Barça. ¿Qué porcentaje de opciones de triunfo le daría?

...No puedo cuantificarlas... Pero nos agarraremos a las que haya.