Víctor Narro y el poder de la confianza
El extremo del Real Valladolid Promesas será parte del primer equipo con la vuelta del conjunto de Pacheta a los entrenamientos mañana si da negativo en el PCR.
A menudo la confianza determina el valor de los futbolistas según el momento en el que les llegue o en el que se encuentran. Esta afirmación, tan tópica como puede que vacía para algunos, no lo es para casos como el de Víctor Narro, atacante del Real Valladolid Promesas, que ha respondido a la fe depositada en él con el mejor rendimiento de su corta carrera y ha despertado las miras de José Rojo Pacheta.
El técnico burgalés, veterano de guerra, anunció antes del parón navideño que el extremo balear sería parte activa de sus entrenamientos con mayor continuidad que la conocida hasta ahora, ceñida a momentos, que no obstante, acabaron con su debut con el primer plantel. Significa un premio (que no regalo) a lo que viene haciendo con el filial, donde es el segundo máximo goleador por detrás del extracomunitario Paulo Vitor.
Los cuatro goles marcados hasta el momento igualan su mejor registro, pero dos escalones por encima de donde los había logrado y en menos tiempo, ya que en La Roda y en el Villarreal C los consiguió jugando el doble y el triple, pero en Tercera División. En el segundo equipo amarillo, en cambio, no vio puerta, pero es que allí dispuso de menos minutos de los que lleva en el Promesas. Lo dicho: cuestión de confianza.
Al mallorquín le costó unas jornadas adquirirla, pues no fue titular hasta la octava jornada, si bien desde pretemporada llamó la atención; no porque el club no supiera a quién habían fichado, sino, precisamente, porque comenzaba a cerciorar las sensaciones que le rodeaban. Y es que después de ser internacional sub'16, Atlético de Madrid y Villarreal pujaron por él, pero su desarrollo no fue tan rápido como se aguardaba hace un lustro.
En ocasiones, lo que sucede en casos así no es que el futbolista no cumpla las expectativas, sino que tiene otro punto de 'coción'. Sin embargo, media campaña le ha bastado para estar 'al dente' y destacar en un equipo en el lo que prima es, precisamente, el talento ofensivo. Desde la banda derecha, aun siendo zurdo, él lo proyecta, ya que, además de por sus acciones individuales, destaca por su aportación al juego grupal.
No en vano, es menos estruendoso que los otros extremos, Paulo Vitor y Dalisson, y bebe más del juego coral, como se vio ante el Real Racing Club en Zorrilla, en un partido en el que principalmente Arroyo se benefició de sus movimientos, casi siempre hacia adentro y siempre verticales. Ese rasgo es el que ha añadido al filial, más dado al 'rock and roll' y a enredar menos con el balón con el paso de las jornadas.
Justamente esa cualidad es de la que más se podrá beneficiar Pacheta en caso de optar por darle minutos, o por lo menos en los entrenamientos: encaja en el ideario del técnico, y además, su lateralidad le abre una ventana mientras no se agita el mercado, puesto que el extremo izquierdo es el principal reclamo y en el que debutó a las órdenes del burgalés, con quien, de nuevo, todo puede acabar siendo una cuestión de confianza.