El Promesas de las grandes citas habita en Zorrilla
El filial del Real Valladolid doblegó al Real Racing Club como en campañas anteriores hizo con el Real Oviedo o la Cultural Leonesa.
Desde que el Llanes privó al Real Valladolid Promesas del ascenso a la Segunda División B la primavera de 2010, alrededor de Zorrilla (e incluso dentro) se instauró un mantra, y es que aquella derrota por 1-3 del conjunto entonces dirigido por Julio Velázquez demostraba que no había que abrir el estadio para el filial, que le venía grande. Tanto se lo creyeron algunos que así pasó, que durante años no volvió a darse esa situación, ni en otros playoff.
Así, el Loja, el Coria y el Somozas pasaron por Los Anexos, donde los últimos fueron los rivales definitivos antes del salto de categoría. La cosa cambió cuando, en septiembre de 2014, hubo que recibir al Real Oviedo y a sus 2.000 aficionados, más de los que cabían en la ciudad deportiva. La oportunidad económica y los motivos de seguridad volvieron a abrir las puertas del estadio. Nadie se arrepintió: comenzó un idilio que todavía dura.
Los pupilos de Rubén de la Barrera brindaron un espectáculo y un 4-3 histórico, culminado con un postrero gol de Toni Villa. Como este domingo, cuando el que hincó la rodilla fue el Real Racing Club, el último Goliat, había dos juveniles en el once inicial: Mario Robles y Dani Vega, otro de los goleadores. Como ahora, aquel triunfo sirvió para que muchos debutaran en un feudo que, además, espantó de golpe la sensación de mal fario.
Otros vinieron después que lo confirmaron, incluso cuando el resultado no fuera igual de positivo. Por ejemplo, el propio Toni Villa ejecutó al filial con la camiseta de la Cultural Leonesa en 2017, bajo las órdenes del mismo De la Barrera (1-4). Fue su tercer gol en tres partidos jugados allí, ya que también había marcado al Racing de Santander (1-2), cuya numerosísima hinchada, como las otras dos, llevó al filial a Zorrilla. Llegarían, también, otros triunfos.
La 'Cultu' cayó por un solitario 1-0 en diciembre del 19, merced al tanto de Víctor García. Eran ya otros tiempos, en los que Javi Baraja comenzaba a asentar al segundo equipo blanquivioleta como uno de los grandes de la Segunda B. No hubo tiempo para más, porque no se repitieron choques de tal entidad con público. La pandemia impidió reeditar ese choque en 2020 y que hubiera el reencuentro con el estadio. Hasta ayer.
La escasa afluencia de aficionados visitantes, menos de 200, dejó en algunos el poso de que se podía haber jugado en Los Anexos. Los jugadores de Baptista cuajaron la mejor actuación de la temporada en el momento justo, ante un aspirante al ascenso que no tuvo opción. Como destacó el técnico después, lo hicieron con la motivación extra del estreno en Zorrilla, que aupó a Narro, Chuki o, sobre todo, Arroyo, incidente en los tres goles.