Keidi Bare, el tapón del Espanyol
El jugador albanés, que solo ha podido jugar seis partidos de titular en el Espanyol debido a las lesiones, es el mediocentro posicional que mejor se ha adaptado a esa demarcación.
Cuando se cerró la plantilla, había alguna demarcación carente de un especialista, la más notoria la de mediocentro posicional. Vicente Moreno tenía muchas piezas, de distintos colores y medidas, pero ninguna de ellas encajaba a la perfección por delante de la defensa. Un lastre que se ha ido arrastrando en estas 18 jornadas y que, especialmente lejos de casa, dificulta al Espanyol mantener el equilibrio defensivo y ser superior en mediocampo, cuando en pocos encuentros es capaz de tener el balón más que su rival y opta por resguardarse.
David López es el jugador con un perfil más idóneo, aunque cuando ha participado no ha estado acertado, lento en las coberturas y con el balón. Manu Morlanes ha alternado momentos de brillantez cuando salió de revulsivo (y cuando el equipo perico se hizo con el dominio) con partidos en los que el Espanyol estuvo más que espeso, como ante Getafe, Betis o Levante, minimizado también por una manera de jugar en la que no se siente cómodo debido a sus características. Y tampoco funcionó la dupla Yangel Herrera y Sergi Darder, titular, novedosa y perdida en Vigo.
Casualmente es Keidi Bare quien ha ofrecido más garantías, aunque solamente ha sido titular en seis de los 18 encuentros debido a sus lesiones y continuos problemas musculares, como ante Levante (jugó unos minutos) y en Vigo, donde no participó. Pese a que se desenvuelve mejor con un acompañante que solo por delante de la defensa, Bare entiende el rol en el equipo de Moreno mejor que nadie. Son constantes sus ayudas a laterales y centrales, está atento a las segundas jugadas y a frenar el juego interior, al margen de mostrarse agresivo en los duelos.
Los mediocentros posicionales
El equipo, que solo tiene un 45,7% el balón, 'pide' a Bare
La elección de Bare va en sintonía con el estilo de juego del Espanyol, el que potencia o minimiza a los jugadores según sus características. El conjunto blanquiazul promedia una posesión de 45,7%, entre las ocho más bajas de la categoría. Es curioso incluso que en casa su media es de 45,1%, la quinta menor, señal de que los blanquiazules acostumbran a dar un paso atrás cuando se adelantan, circunstancia que ha ocurrido en siete partidos en su estadio.
Con un Espanyol que tampoco presiona en campo rival (está entre los tres equipos de LaLiga que defiende más cerca de su portería), un futbolista como Keidi Bare se adapta mejor a las situaciones que otro como Morlanes, que acostumbra a ser más resolutivo con un Espanyol que sale a mandar, como en el RCDE Stadium antes de adelantarse o fuera de casa cuando va por detrás en el marcador.