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LEVANTE

Un proyecto a la deriva

El Levante, colista en Liga, cae fulminado de la Copa del Rey por un conjunto de Primera RFEF, el Alcoyano, y se sume en una crisis de dimensiones históricas.

Un proyecto a la deriva
FITO GONZÁLEZDIARIO AS

"Hemos tocado fondo". La cita se le atribuye a Alessio Lisci, que no pudo definir de forma más clara y contundente el momento por el que atraviesa el Levante, pero representa el sentimiento de todo el levantinismo. Colista en Liga, fulminado de la Copa del Rey por un conjunto de Primera RFEF, con tres entrenadores en lo que va de temporada, sin una dirección deportiva para hacer frente el mercado invernal y, lo peor, con un proyecto a la deriva, Quico Catalán y la plantilla afrontan una crisis de dimensiones históricas en Orriols.

El Levante se hunde ante una improvisación constante en la toma de decisiones que se hace patente en cada movimiento de la directiva por tratar de enderezar el rumbo ante la amenaza de descenso para un club que presentará unas cuentas con más de 23 millones en pérdidas el próximo 22 de diciembre y con el peso de dos préstamos a largo plazo por valor de 130 millones de euros (60 de la financiación de Edmond de Rothschild y prácticamente 69.8 del acuerdo con CVC). El golpe llega en el peor momento.

Desde la destitución de Paco López, el club ha ido dando bandazos en busca de soluciones a merced de las circunstancias. La apuesta por Javi Pereira, marcada de inicio por su dificultosa salida de China, se llevó también por delante a la dirección deportiva después de tan solo siete encuentros. El técnico pacense llegó a tres días de su estreno, mientras el Getafe ya llevaba una semana con Quique Sánchez Flores al mando tras despedir a Míchel.

Lisci, que precisamente hoy cumple un año desde que tomó las riendas del filial tras la destitución de Luis García Tevenet, ascendiendo del Juvenil a Primera en menos de 365 días, pasó de interino "hasta el partido frente a Osasuna" a ratificado en el puesto. El italiano, sin embargo, ha sido capaz de aunar consenso entre la afición a su favor y, por el momento, es el único que alza la voz y habla claro ante la adversidad.

En lo deportivo, la eliminación copera no solo supone otro mazazo en una dura temporada, sin restar un ápice de mérito al Alcoyano, digno vencedor de la eliminatoria, también a la hora de gestionar una plantilla de 27 futbolistas que debe dignificar lo que resta de temporada. Hasta en la Liga de los cinco cambios, un tercio del vestuario (nueve, de estar todos disponibles) se quedará con la cara larga jornada tras jornada. No es, seguro, el mejor ambiente para navegar sobre aguas revueltas.

La Copa suponía aire fresco y minutos para los menos habituales en la competición doméstica, donde el Levante acumula 25 partidos sin ganar, batiendo el récord histórico de LaLiga. En 249 días, desde la última victoria liguera frente al Eibar en Ipurua, este grupo de jugadores tan sólo ha sido capaz de vencer al Huracán Melilla, equipo de Regional Preferente de la Ciudad Autónoma. Una cruda realidad y una sonrojante marca, a la que se añade el hecho de ser el único equipo de las grandes ligas europeas que todavía no ha conseguido ningún triunfo en la 2021-22.

Mientras que el mercado de enero debería ser una ventana al cambio, pero el dinero escasea en caja, tampoco hay una dirección deportiva, ni por tanto un plan establecido, y será el propio Catalán quien dirija las operaciones con una plantilla cotizando a la baja. Por no hablar de los frentes abiertos en materia de renovaciones, estancadas por la situación deportiva y económica, y con buena parte del vestuario finalizando su vinculación con el club a partir del próximo 30 de junio.