Vuelve el runrún de Rafinha
El PSG quiere desprenderse del brasileño en enero y, como cada vez que está en el mercado, surgen las especulaciones sobre una tercera etapa del centrocampista en el Celta.
A falta de tres semanas para la apertura del mercado invernal, resurge un rumor que acompaña al Celta en cada ventana de fichajes. El runrún del regreso de Rafinha Alcántara está de vuelta y esta vez lo alimenta la presencia del centrocampista brasileño en la lista de bajas del PSG para el mes de enero. Sus días en París parecen contados al igual que los de Denis Suárez en Vigo, una coincidencia que da aún más fuerza a las especulaciones.
L’Equipe desvelaba ayer que el líder de la liga francesa aspira a deshacerse de siete futbolistas durante el próximo mercado. Uno de ellos es el hijo de Mazinho, que no cuenta para el entrenador argentino Mauricio Pochettino. Rafinha, que no está inscrito en la Champions League, lleva desde mediados de octubre sin jugar en liga.
Con contrato en la capital gala hasta 2023, el internacional brasileño necesita cambiar de aires para relanzar su carrera. El Celta ya ha sido su destino en dos ocasiones que buscaba minutos: en la temporada 2013-2014 y en la 2019-2020. En ambas experiencias como celeste recaló en Balaídos cedido por el Barcelona. Se dice que no hay dos sin tres, pero un tercer regreso a la ciudad donde se crio se antoja bastante improbable.
El principal obstáculo son sus emolumentos. El PSG quiere aligerar su masa salarial y buscará un traspaso. Las cifras en las que se mueve Rafinha están muy lejos de lo que puede ofrecer el Celta. Existe la alternativa de acordar un contrato de larga duración, posibilidad arriesgada dado el historial de lesiones del mediapunta.
Deportivamente la opción olívica tampoco es la que más le seduce. A sus 28 años lleva tiempo deseando probar suerte en la Premier League, competición que disputa con el Liverpool su hermano Thiago. Desde Brasil también se apunta con insistencia que uno de los clubs más históricos, el Flamengo, estaría interesado en hacerse con sus servicios.
Para el Celta, más allá del tirón que Rafinha tiene entre la afición, la incorporación de un futbolista de este perfil se convertirá en una obligación a corto-medio plazo. El presidente Carlos Mouriño quiere que Denis Suárez abandone cuanto antes el club. Será difícil que suceda en enero y todo apunta que el adiós del centrocampista de Salceda de Caselas llegará el próximo verano. A expensas del rendimiento que pueda ofrecer el mexicano Orbelín Pineda, Eduardo Coudet necesitará un jugador creativo para la medular.