El regreso de Rafinha se convierte en una quimera
El brasileño está dispuesto a quedarse en el Barcelona para negociar como agente libre a partir del 1 de enero. Quiere probar suerte en la Premier.
Esta semana Rafinha Alcántara puede regresar a Vigo, pero será una visita fugaz. Ronald Koeman ya lo incluyó en la convocatoria ante el Villarreal y podría volver a contar con el centrocampista para el partido de este jueves en Balaídos. Si entra en la lista culé, el brasileño se reencontrará con los que fueron sus compañeros hasta el pasado mes de julio en el Celta, futbolistas a los que muy probablemente no volverá a ver, como mínimo, hasta el próximo mes de enero.
La tercera etapa del hijo de Mazinho en el club vigués se ha convertido en una quimera a corto plazo. El Barcelona quiere hacer caja con Rafinha, que acaba contrato el próximo 30 de junio. Desde las oficinas del Camp Nou piden 16 millones de euros, mientras que el Celta no se plantea en estos momentos pagar un traspaso ni por el internacional absoluto con la Canarinha ni por ningún otro futbolista.
Molesto con la actitud de los dirigentes de la entidad culé, puesto que entiende que han sido más flexibles dejando salir 'casi gratis' a Ivan Rakitik, Luis Suárez y Arturo Vidal, el volante formado en La Masía está dispuesto a quedarse en las filas blaugranas y a negociar como agente libre con otros clubs a partir del 1 de enero.
El escenario en el mercado de invierno también sería otro para el Celta, que sí entraría en la puja para fichar a coste cero a Rafinha de cara a la próxima temporada. Incluso, en A Sede podrían jugar la baza de intentar adelantar a enero su regreso ofreciendo al Barcelona la opción de hacerse cargo de una parte de la ficha. Una táctica que la directiva presidida por Carlos Mouriño ya utilizó el curso pasado con el Sevilla para incorporar a Nolito.
Sin embargo, la prioridad del centrocampista de 27 años no es volver a vestir de celeste. Rafinha quiere probar suerte en la Premier League, aunque no en cualquier equipo. Su aventura en tierras británicas la vincula a la posibilidad de defender la camiseta de alguno de los conjuntos más poderosos del fútbol inglés.