El oasis de Dalmau: "Pensabais que me había ido, ¿no?"

Corrió con los brazos abiertos hacia la banda, se deslizó sobre sus rodillas y gritó a la cámara. "¡Vamos!", dijo Adrián Dalmau tras participar en un gol del FC Utrecht por primera vez desde el pasado mes de marzo. El delantero balear, condenado al ostracismo por su entrenador, René Hake, descargó toda la rabia que produce ser siempre la última opción. Hasta que salió en el minuto 76 del choque ante el Heracles, Dalmau encadenaba siete partidos consecutivos en el banquillo. No jugó ni en Copa frente al modesto SteDoCo, de Cuarta División. Su remate se habría ido al córner si no llega a impactar en la cabeza de Knoester. De hecho fue gol en propia, pero eso qué más da.

Adrián Dalmau volvió a sonreír en medio de una temporada que no le desea ni a su peor enemigo. "Pensabais que me había ido, ¿no?", dijo tras el partido un futbolista que no hace tanto anotó 19 goles en la Eredivisie con el Heracles. "Todo el mundo sabe que mi situación es difícil, pero seguiré siendo profesional como lo he sido durante los últimos seis meses. Es un mal momento, pero también puedo aprender de él y hacerme más fuerte", añadió Adrián Dalmau en AD.nl. El ex de Villarreal, Real Madrid o Mallorca ha sufrido varias lesiones desde su aterrizaje en Utrecht, pero ya encadena meses en plena forma: "Solo puedo trabajar duro y dar lo mejor de mí en los minutos que juego".

A pesar del oasis de felicidad que provocó su cabezazo ganador en el 93', la situación de Adrián Dalmau en el FC Utrecht no tardó en nublarse nuevamente. Su entrenador, René Hake, reconoció que el español tuvo minutos por las ausencias de Sander van Streek y Moussa Sylla. "Que entrara tuvo que ver con que ellos no estaban. Puedo entender que no esté contento, pero es bueno que esté ansioso por demostrar lo que puede aportar al equipo", dijo el técnico neerlandés. "Estaré listo cuando me necesiten", replicó el primer español en conseguir un 'póker' de goles en la Eredivisie. "Quiero jugar. Quiero disfrutar", sentenció.