Con sufrimiento, pero en ascenso directo

El Tenerife duerme en ascenso directo, al menos por unas horas. El Heliodoro fue una fiesta tras el sufrido triunfo ante una buena Real B que siempre chocó ante las manos del meta Soriano. Un gol en cada parte le dio tres puntos a los de Ramis que celebraba 50 partidos en el banquillo local. Sin Shashoua, ausente otra vez por molestias, Ramis retocó el equipo con la vuelta de Larrea y Rubén Díez al once. Xabi Alonso, en tanto, metió tres cambios con respecto al elegido la semana pasada. El duelo comenzó con los insulares mandando, tocando bien buscando espacios en su rival. Sin embargo, Soriano evitó el 0-1 (6’), cuando Magunazelaia tocó con la puntera un buen centro desde la izquierda de Ander Martín.

La mano del meta fue a puro reflejo y providencial. Superado el susto, el Tenerife trató de rehacerse, aunque el filial vasco movía bien la pelota, con Roberto López como estandarte. La apertura del marcador llegó a poco de superarse el cuarto de hora cuando Enric Gallego se aprovechó de un gran pase de Corredera, la bajó con clase y ante la precipitada salida de Ayesa, el delantero definió con mucha tranquilidad. Se convirtió en un partido de ida y vuelta ya que los visitantes querían poner las cosas como antes pronto. En una buena combinación en ataque, la Real B obligó otra vez a intervenir al meta local hasta en dos ocasiones y con buena respuesta (28’). Roberto López coqueteó con el empate, pero su falta dio en el larguero (36’). Elady Zorrilla tuvo el 2-0, pero, a un metro de la línea de gol, lanzó por arriba cuando era más fácil meterla que tirarla a las nubes. Increíble.

Al descanso se llegó con el equipo de Xabi Alonso buscando el 1-1, pero les faltó el toque final para llevarse un premio que quizás mereció. En el comienzo de la segunda parte, el filial siguió insistiendo triangulando bien y metiendo al Tenerife en su área y al que se le veía muy incómodo, aunque con el paso de los minutos se fue estirando cuando su rival le daba alguna tregua. Los de Ramis seguían a merced de cuadro visitante hasta que Enric disparó al larguero (72’) y despertó al público local. Lo cambios de Karrikaburu y Germán Valera le trataron de dar mordiente a la Real B que no encontraba el último pase, pese a su dominio.

Con el paso de los minutos, la situación se fue nivelando un poco porque el cuadro donostiarra se fue cansando y los blanquiazules comenzaron a controlar mejor la contienda. Ya en la recta final, una contra bien comandada por Apeh acabó en gol de Míchel Herrero que había entrado de refresco. Acto seguido, Soriano volvió a impedir el gol de la Real B que murió de pie.