Catapulta en Riazor
El Deportivo busca la quinta victoria consecutiva para aumentar su ventaja en el liderato ante un Bilbao Athletic en descenso necesitado de puntos y autoestima.
Riazor vuelve a abrir sus puertas al público un mes después. La incomparecencia del Extremadura dejó a A Coruña sin fútbol hace dos semanas y unos seguidores deseosos de celebrar el liderato desde las gradas con su equipo. Normal, porque los de Borja Jiménez llegan a este reencuentro situados en solitario en la cima a la caza de su quinta victoria consecutiva en el casi infalible Riazor (solo cedió un empate en casa en los últimos doce partidos). Tres importantes puntos que convertirían en cinco la distancia con el segundo tras el empate entre Racing y Unionistas. Un subidón, pero por motivos diferentes, también busca el Bilbao Athletic. Los cachorros ocupan puestos de descenso y necesitan puntos, pero casi más un triunfo de kilates que sirva como catapulta para reconducir una nefasta racha de ocho partidos sin ganar.
El repoker de victorias es también un reto para Borja Jiménez, que en su carrera siempre se ha quedado en la frontera de las cuatro. Para conseguir la quinta, el técnico apostará por la continuidad de un bloque que está respondiendo como un reloj suizo, pero con matices. Aunque, como acostumbra, ha ocultado sus cartas, todo apunta a que refrescará la banda izquierda. Héctor Hernández regresaría al lateral con William de Camargo por delante para formar el tridente de ataque junto a Quiles y Miku. En el bando rojiblanco, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, Nico Serrano doblará turno y será titular en Riazor después de estar a las órdenes de Marcelino este pasado viernes.
A pesar de las diferencias en la clasificación se espera un partido con la pugna por el balón como premisa, un bien al que se agarra el Depor pero que también quiere un Bilbao Athletic que este año está haciendo bastantes más méritos que puntos. El encuentro también servirá para recuperar un duelo con historia lejana, ya que ambos equipos no cruzan sus caminos hace 30 años. La última vez que lo hicieron fue en Segunda, con un tal Arsenio Iglesias en el banquillo y un joven llamado Fran que comenzaba a despuntar. Aquella temporada, la 1990-1991, el Deportivo retornó a Primera después de 20 largos años en el exilio.