Viejo derbi, nueva ilusión
La era Xavi empieza con un derbi en el que el Espanyol sueña con el 'sorpasso'. El Barça, plagado de bajas. Dudas en el once culé; los pericos con hambre y RdT en buena forma.
En la línea sucesoria del barcelonismo, hay fe en que la era Xavi que empieza hoy sea una suerte de tercera generación. Después de Cruyff y Guardiola, las esperanzas están puestas en la figura que elevó a la cima el fútbol de posesión. Seguramente, el mejor jugador de la historia de España. O al menos, su sello.
Las expectativas, pues, están desatadas en Can Barça. Antes de venir, Xavi sabía que eso sería inevitable, así que tendrá que cargar con eso. Pero también ir despacio y, por raro que lo parezca, abrazarse al cholismo. A él lo va a hacer grande en el Barça el partido a partido. Y empieza con uno señalado. El Espanyol llega al Camp Nou con los dientes fuera. Vicente Moreno ha rearmado un equipo que no sólo ha ascendido, también ha crecido (sigue el partido en directo en As.com).
Para llegar a Les Corts como una moto, al Espanyol ni siquiera le hace falta recordar que su descenso en 2019 se produjo en el Camp Nou en medio de fuegos artificiales. Tampoco que lleva más de 9.000 días sin estar por delante de su eterno rival en la clasificación a estas alturas. Lo que le mueve y hace sentir fuerte es que se siente con argumentos para hacerle daño al Barça. El motor de Pedrosa por la izquierda, la clase de Darder como volante, las carreras de Aleix, la chispa de Embarba y, por supuesto, RdT, un delantero con un talento especial y con el subidón de haber debutado en la excelente Selección de Luis Enrique. Hacía mucho tiempo que, en un derbi, el Espanyol no tenía al jugador, teóricamente, más desequilibrante del partido con su camiseta. A día de hoy, RdT puede que lo sea entre los 22 que saldrán hoy al Camp Nou.
Es un viejo derbi, pues, de nueva ilusión. El barcelonismo se ha movilizado en las últimas dos semanas. Intuyen que todo irá bien y que con Xavi se va a recuperar esencia. Para eso, no obstante, hace falta capital humano. Y el Barça está sin delanteros. Apenas tiene a Memphis y a chavales del filial (Abde, Ilias, Balde...). Xavi acudió ayer a términos como familia, piña o valores, tal vez consciente de que ahora mismo, con lo que tiene, no le va a alcanzar sólo con fútbol. A los pericos, esta vez, esa "força d'un sentiment" les suena mejor que nunca. El foco sobre Xavi les permite afrontar tapados el partido. Pero están con un hambre descomunal. Es indiscutible que el derbi ha recuperado un punto de barrio perdido en los tiempos de la Disneylandia culé.