Quemando a Pedri

El pasado 8 de julio, este medio informó sobre una preocupación que sobrevolaba la planta noble del Camp Nou con Pedri (25-11-2002, Tegueste). El tinerfeño había participado en un total de 66 partidos, repartidos en 52 con el Barça, cuatro con la Sub-21, con la que estaba debutando en septiembre de 2020, y diez con la Absoluta, en la que jugó todos los partidos de la Eurocopa, prórrogas incluidas. Pese a que Luis Enrique había pedido cuidar al jugador justo después de perder la semifinal contra Italia, nadie de la FEF pidió al seleccionador olímpico, Luis de la Fuente, desconvocarlo de la lista para Tokio. No sólo eso. Con lógica, porque era una de las estrellas del equipo, le hizo jugar prácticamente todo (prórrogas incluidas ante Costa de Marfil y Brasil).

Pero el asunto todavía podía ser peor. Para quedar bien con el Barça, que tampoco supo pararlo, Pedri se bajó del avión de regreso de los Juegos con la medalla de plata colgada al cuello y jugó como titular los partidos ante la Real y el Athletic de las dos primeras jornadas de Liga. Luego, y aunque el canario pretendía jugar también con el Getafe, Koeman le dio vacaciones. El holandés fue quien cuidó más, dentro de lo posible, al centrocampista. Antes ya le había dado una semana de vacaciones antes del final de Liga cuando el Barça no se jugaba nada en Eibar. También le había cuidado en las múltiples prórrogas que los azulgrana jugaron la temporada pasada. No jugó ni la de la semifinal ni la de la final de la Supercopa (Real y Athletic) y le ahorró también un cuarto de hora del partido de Granada y la de la remontada ante el Sevilla.

Al final, y después de 72 partidos la temporada pasada, y 75 en un año natural, Pedri ha reventado. Su lesión en el cuádriceps de la pierna izquierda va por tres recaídas, un problema en un jugador que todavía no ha terminado de formarse hasta el punto de que, la temporada pasada, cuando se lesionó en el Sánchez Pizjuán, pensó que estaba roto y cuatro días después estaba jugando la vuelta de la semifinal de Copa contra el Sevilla.

La zona de la lesión, además, es delicada, porque puede ser susceptible a jugar con ciertas dudas por miedo a sumar nuevas lesiones. Xavi va a tener que manejar con pulso la situación y no dar luz verde a la reaparición del jugador hasta que no existan las máximas garantías. Sin embargo, ya no va a poder evitar que el cuádriceps izquierdo sea una zona de riesgo, al menos un tiempo.

2022 será un año fundamental para Pedri. La de su confirmación. Termina de ampliar su contrato hasta junio de 2026, con una cláusula de mil millones de euros. Tiene delante retos de altísimo nivel con el Barça y, de fondo, el Mundial de Qatar. Y la competencia sube, porque para el Barça y la Selección le han salido dos 'rivales' de alto nivel en Nico y Gavi, que están haciendo más llevadera su ausencia dentro de los problemas que tiene el equipo y sobre quienes también habrá que prestar atención para cuidar sus esfuerzos y sus minutos este año. Y por mucho que Pedri se apresurase a decir que sus lesiones este curso no tenían nada que ver con los 75 partidos de la temporada pasada, nada pasa por casualidad.