Manzano: "Quien va a Vallecas sabe lo difícil que es puntuar allí"
El técnico encadenó 14 años en los banquillos de Primera, entre ellos, los de Rayo y Mallorca. Por eso, el duelo del lunes será especial. Trejo, Falcao, Mario Suárez... formaron parte de ese camino.
—El lunes se enfrentan dos de los equipos de su vida.
—Son entrañables para mí. Al Rayito llegué en la 01-02. Fue una temporada complicada al principio, pero bonita al final. Eso me llevó al Mallorca y logramos la Copa del Rey. Es el campeón más modesto de los últimos tiempos y eliminamos a Real Madrid y Deportivo, finalistas de la edición anterior. Comparo ese título con lo que hice un año antes en Vallecas. No fue fácil sacar al equipo de abajo y sumar 33 puntos en la segunda vuelta.
—Estando en el Mallorca tuvo en sus filas a Trejo.
—Nosotros apostamos por él cuando era una joven promesa en Argentina. Posee un talento innato y técnicamente está muy bien dotado. Ahora ha cogido físico y experiencia. Sabe dosificarse y tiene una buena lectura de los partidos. Eso hace que sus compañeros aprendan mucho de él. Ha crecido y se encuentra en plena madurez futbolística.
—No es el único capitán rayista que ha tenido a sus órdenes. Ha coincidido con Mario Suárez en tres equipos.
—Es uno de mis jugadores favoritos. Le he visto crecer en Mallorca, Atlético y Guizhou. No había llevado a ningún jugador español a China, pero con Mario no dudé. Sé lo que me puede dar y es un buen compañero en el vestuario. Nos hemos entendido siempre.
—¿Qué le parece el Mallorca?
—Brillante, en el sentido de que ha sacado puntos como para no estar agobiado con la clasificación. Tiene plantilla para mantenerse y una regularidad asombrosa. Mantiene su columna vertebral, posee buenos delanteros y un maestro de ceremonias como Salva Sevilla, en la medular, que da oficio al equipo. Está bien construido y equilibrado. Cuando reaparezca Kubo también aportará calidad. Hay que tenerle muy en cuenta.
—¿Llegó a coincidir en la Superliga china con Luis García?
—Él estaba en el Beijing Renhe y cuando ascendió coincidimos en Primera. Estuvimos cambiando camisetas y departiendo sobre la experiencia. Fui el primer técnico español que fue para allá. Esa temporada extraordinaria con el Beijing Guoan sirvió para que aterrizaran otros compañeros como Rafa Benítez, Quique Sánchez Flores, Schuster, López Caro… Me enorgullece haber sido de los primeros exploradores (risas).
—Hábleme de aquella experiencia en Vallecas y cómo encauzó aquella marejada...
—Cuando llegué, el Rayo llevaba un punto. Firmé un lunes y el miércoles jugábamos contra Osasuna. No me dio tiempo ni a llegar al banquillo cuando íbamos perdiendo. Nos marcaron a los once segundos. Con un análisis más profundo, refuerzos en el mercado invernal y arrimando el hombro todos hicimos una gran segunda vuelta. Acabamos undécimos.
—¿Y cómo ve a este Rayo?
—Sorprendentemente muy bien. Nadie se esperaba que, en esta jornada, estuviera peleando por consolidarse en puestos europeos. Está haciendo méritos más que suficientes para ser el equipo revelación. Y con buen juego, el reconocimiento de todo el mundo y siendo fuerte en casa, como conseguimos nosotros en su momento. Quien va a Vallecas sabe lo difícil que es puntuar allí. Es fundamental para la permanencia y ojalá, por qué no, para el sueño europeo.
—Iraola le ha impreso su sello al equipo...
—Ha mantenido esa idea de juego y de conjunto desde Segunda. Los resultados lo dicen todo. Es el técnico revelación de LaLiga.
—Usted conoce a su estrella. Fue el primer entrenador de Falcao en España…
—Me alegré de su regreso a España y aún más de que fuera al Rayo. Le tengo cariño. No pude disfrutarle en pretemporada porque llegó al final por temas burocráticos con el Oporto. Incluso la primera jornada no pudo estar ante Osasuna. Luego se consolidó como el delantero titular del Atleti con un gran trabajo y eficacia. Era entrañable, cercano, respetuoso… En el Rayo se ha ganado el cariño de todos. Es su buque insignia. Luis Fabiano (Sevilla) y él son los dos mejores rematadores, en el sentido estricto de la palabra, que he tenido. Dentro del área lo remataban absolutamente todo.
—¿Actualmente en qué anda inmerso? ¿Le seduce volver a entrenar?
—En este impasse he tenido reuniones con equipos de España y de fuera y ofertas, no sólo de Europa, también de América. No he dado ese paso, la pandemia me ha hecho ser receloso. Espero alguna propuesta atractiva.
—Usted compaginó la carrera de Psicología con el fútbol.
—Alguna de las cosas que estudiaba en los ochenta las aplicaba en los equipos que dirigía de regional. Posteriormente lo terminé implantando también en los de Primera. Ya en los noventa, compaginé la faceta de profesor con la de entrenador. Me fichó el Talavera dando clases de Educación Física en un instituto de Jaén y tuve la ocurrencia de hacerme todos los días 760 kilómetros para ir a entrenar. Así, dos temporadas. Cuando firmé por el Toledo en Segunda dejé la docencia después de 16 años ejerciendo. Entrenar tiene algo de didáctico. No dejas de ser el profesor y el resto, tus alumnos.
—¿Qué técnico le gusta más?
—Siempre te fijas en los nuevos. Imanol (Real Sociedad) y Jagoba Arrasate (Osasuna). Ambos tienen gran proyección.