El Deportivo - Extremadura, listo para el paripé
El Extremadura, de huelga, no viajará a A Coruña. El Deportivo se presentará en Riazor y ganará 3-0 por incomparecencia. El estadio no abrirá al público.
El 7 de agosto de 2020 se disputó en Riazor el Deportivo-Fuenlabrada, un duelo conocido como el ‘partido del paripé’. El encuentro se había suspendido un mes antes por un brote de Covid en la expedición madrileña conocido solo horas antes del partido. El resto de la jornada se disputó igual saltándose el horario unificado y cuando se jugó los coruñeses, que ganaron 2-1, ya estaban descendidos a Segunda B. Tres días antes Álex Bergantiños era detenido por una conversación de whatsapp entre la plantilla en la calificaba el partido ante el Fuenlabrada como "un paripé". El caso contra el capitán quedó sobreseído, mientras sigue abierta la investigación por “detención ilegal”.
Este domingo (12:00 horas), Riazor se prepara para un nuevo paripé, aunque por razones muy distintas. La plantilla del Extremadura dijo basta este pasado viernes y decidió ir a la huelga después de seis meses sin cobrar y numerosas promesas incumplidas. De esta forma, no habrá partido, pero ello no impedirá que el Depor esté a las 10:00 horas en Riazor para presentarse a un encuentro que no se jugará. El club coruñés no ha recibido ninguna comunicación federativa al respecto de la suspensión, por lo que tendrá que esperar a que el árbitro levante acta de lo que ya se sabe que ocurrirá: el Extremadura no se presentará.
La consecuencia de esta incomparecencia será que el partido se le dará por perdido a los de Manuel Mosquera por 3-0 y se le restarán tres puntos en la clasificación. Si volviesen a no presentarse, serían expulsados de la competición. A partir de ahí, se les darían por perdidos todos los encuentros que restan hasta final de liga y valdrían los resultados anteriores a esa fecha. El Deportivo, que no abrirá al público el estadio de Riazor y devolverá el dinero de las entradas vendidas, afianzará su liderato en una Primera RFEF que nació llena de unas promesas y ambiciones que poco tienen que ver con la realidad de la competición.