Casto: "Hemos intentado no dar pena, pero cada día es un calvario"
El portero del Extremadura se sinceró en ‘El larguero’ sobre la situación límite de la plantilla, sin cobrar durante más de seis meses, y abocados a la huelga ante el Deportivo.
Casto Espinosa Barriga tiene una larga trayectoria como guardameta en todas las categorías del fútbol español. En Primera, en el Albacete y en el Betis. Mérida, Logroñés, Murcia, Las Palmas, Almería, Alcorcón y Extremadura completan la larga lista de equipos en los que ha militado. Con 39 años y en buena forma, deseaba encontrar en el Extremadura un lugar tranquilo donde disfrutar de sus últimos años como futbolista, pero se ha acabado encontrando un infierno.
La plantilla del Extremadura viene sobreviviendo como puede a meses y meses de impagos y reconoce que ya no puede más. "Los que menos, llevan seis meses sin cobrar. Son los que llegaron al club el año pasado", explica Casto en los micrófonos de El Larguero, de la Cadena Ser. Porque en su caso son muchos más: "Los que llevamos más tiempo llevamos más retraso en el tema económico. Yo no sé ni cuándo fue la última vez que cobré".
El veterano guardameta confiesa estar cansado, muy cansado. Cansado de ver sufrir a sus compañeros, presos de una situación límite, algo que, según confiesa, le ha hecho perder la ilusión por seguir jugando al fútbol: "Le he dado bastantes vueltas a la cabeza. Quería seguir jugando, pero la ilusión cada día es menor. Estoy sufriendo mucho con esta situación viendo cómo lo están pasando mis compañeros. Habrá que buscarse otra cosa. No pasa nada, hay que pensar en una nueva vida y una nueva ilusión que vendrá".
Las palabras de Casto transmiten el agotamiento de una plantilla que se ha cansado de esperar porque se encuentra en una situación límite. Después de que el club le pidiera 10 días más para arreglar la situación y una vez que este viernes se cumpliera el plazo, la plantilla ha decidido seguir adelante con la huelga anunciada con anterioridad y que al final no acabó llevando antes debido a la promesa del Extremadura de que la situación se arreglaría: "Es una decisión firme, que la teníamos tomada desde hace tiempo, pero, una vez más, dimos una prórroga para que se intentaran solucionar las cosas. Pero en vista de que no se está solucionando, no nos ha quedado otra que ir a la huelga".
"La situación es muy difícil"
Casto reconoce que la decisión de no jugar este domingo en Riazor ante el líder ha sido una decisión dolorosa, pero asegura que no les ha quedado más remedio: "Lo que nos gustaría es estar compitiendo y viajando con toda la ilusión del mundo a un gran estadio. Nos tocaba jugar contra un gran equipo, en un partido precioso, pero en esta situación no podemos seguir más tiempo y hemos tenido que parar. Hemos intentado ayudar y ser generosos, hemos escuchado y creído a todo el mundo porque lo que queremos es competir. La situación de las personas es muy difícil, es el momento de que se resuelva para bien o para mal porque la gente lo está pasando muy mal y lo que tenga de pasar no depende de nosotros".
El guardameta extremeño reconoce que la plantilla ha ido perdiendo la paciencia y la fe ante las promesas de que la situación se iba a arreglar (primero con una empresa inversora, luego con un bufete de abogados especializado en "salvar empresas, no solo de fútbol") y que ya se encuentra en una situación límite. Hemos intentado no dar pena, no facilitar más información que la absolutamente necesaria porque al final dar pena no ayuda a nada y tampoco hemos querido contar más allá por la intimidad de los jugadores, pero cada día es un calvario y oír lo que se oye de los compañeros es muy difícil. Insoportable, vamos".
Los jugadores del Extremadura esperaron a que este viernes, tal y como les había prometido el club, tuvieran alguna respuesta positiva a los impagos. La huelga es un hecho, tal y como confirmó Casto. Sin embargo, y pese a que el club no puede comparecer con juveniles al partido de este domingo en Riazor a partir de las 12:00 horas ante el Deportivo, el líder, ya que se necesita a un mínimo de siete jugadores de la primera plantilla, el presidente de la entidad, Manuel Franganillo, dejó caer que el Extremadura se presentaría a su partido.