EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 15
Shon Weissman: El gol del Real Valladolid habla en hebreo
El delantero israelí marcó dos tantos ante el Mirandés y ya suma siete, conviertiéndose en el hombre gol de los blanquivioletas al grito de "¿qué pasa?".
El José Zorrilla, la afición del Real Valladolid, tiene un ídolo que habla en hebreo. Se trata de Shon Weissman, delantero de Israel, que ya acumula siete goles en esta temporada gracias a su doblete en el duelo ante el Mirandés (3-1). El punta abrió la cuenta al marcar de cabeza en el primer tiempo y sentenció el partido, al contragolpe, en el minuto 82. Entre medias, Weissman trabajó, tiró desmarques y activó la presión de los blanquivioletas, siendo el referente ofensivo de los castellanos. Y es que el punta destaca por una gran efectividad ya que ha disparado 10 veces en los 13 partidos de Liga que ha jugado y ha anotado siete goles.
El delantero israelí milita por segunda temporada consecutiva en el Real Valladolid, donde llegó siendo el fichaje más caro de la historia pucelana, cuatro millones de euros, procedente de Austria, del Wolsferber, donde marcó 37 goles en 40 partido en la temporada 2019-20. En su primera temporada en España le costó entrar en el equipo en su proceso de adaptación al fútbol español, pero terminó siendo el delantero que más minutos disputó en el conjunto pucelano y el sexto futbolista de la plantilla que más jugó, consiguiendo seis tantos en su debut en Primera.
Shon Weissman, de 25 años, tuvo ofertas para salir en el mercado de verano, pero desde el principio comunicó a su agencia, la misma que la de Pacheta, que él quería quedarse en el Pucela y se fue ganando a la afición blanquivioleta al afirmar que sentía que el Real Valladolid es su casa. Como el camino se demuestra andando, el punta se deja querer en la ciudad mostrando fotos disfrutando de la Plaza Mayor o el Ferial.
De esta manera, el punta israelí es un ídolo vestido de blanquivioleta que celebra cada uno de sus goles abriendo las manos y preguntando: "¿Qué pasa?" en un gesto canalla que le describe, antes de agradecer a Jehova con la tradición judia tapándose la boca y la nariz con una mano y colocando la otra detrás de la nuca, mientras golea para devolver al Real Valladolid a Primera División.