Remiro, de villano a héroe en solo una semana
El portero de Cascante pasa de estar en el foco por su error en el derbi vasco a ser clave en la victoria de la Real en El Sadar.
Alex Remiro ha pasado de ser el villano de la Real Sociedad a ser su héroe en apenas una semana. El portero de Cascante estaba hace justo una semana a estas horas de la tarde pidiendo perdón a la afición realista y explicando la mala noche que había pasado por culpa de su grosero error en el derbi vasco y que le costó a su equipo dos puntos en el último minuto. Pero en siete días todo ha vuelto a la normalidad con el meta titular del líder de LaLiga. Porque vuelve a ser uno de los 'culpables' de la victoria en El Sadar y de un nuevo liderato en solitario. Gracias a sus paradas y también a su espléndido juego con los pies. Remiro ha superado un bache peligroso y vuelve a brillar con luz propia.
Contra Osasuna, el portero navarro sostuvo a la Real Sociedad con dos paradas de mucho mérito con el partido empatado y cuando más apurado parecía sentirse, dejando por octava vez esta temporada su portería a cero. Brazanac y el Chimy Ávila pueden dar buena cuenta de ello. Y luego, no contento con ello, fue el primer lanzador del juego del equipo donostiarra. Con su buen toque de balón, algo en lo que ha crecido muchísimo desde su llegada a San Sebastián, fue el iniciador del fútbol desde atrás de la Real, como quedó demostrado en el 0-1 de Mikel Merino. El centrocampista navarro finalizado una jugada que inició Remiro en su portería y en la que casi todos los realistas tocaron el balón. El meta de Cascante entiende a la perfección lo que quiere Imanol de él y con sus actuaciones le da la razón.
Porque el entrenador oriotarra le ha mantenido su confianza en los momentos más complicados. Para apartarlo de los focos mediáticos, lo más sencillo era probablemente apartarle del once inicial y poner a Ryan, que también se había ganado la titularidad. Pero Imanol le dio su confianza dejándolo en en once inicial contra el Sturm Graz. Y Remiro respondió con mucha personalidad, porque nada pudo hacer en el gol del equipo austriaco. Y después le volvió a colocar en la portería contra Osasuna, para aprovechar su buen toque de balón en un partido en el que iban a sufrir una presión muy alta.
Remiro volvió a jugar con mucha tranquilidad, aguantando el balón hasta conseguir desquiciar a los jugadores de Osasuna para que dejaran jugadores libres. El de Cascante asumió su error como algo natural en el mundo del fútbol, y a partir de ahí se centró en recuperar la confianza, algo en lo que ha tenido mucho que ver Jon Alemán, el entrenador de porteros del primer equipo con el que repasó el error, pero que al mismo tiempo hizo hincapié en sus aciertos. El arrope de sus compañeros y el club también ha sido fundamental en que en solo siete días, Remiro haya pasado de estar sufriendo por un error a ser destacado otra vez por sus paradas.