Amor rojiblanco: los besos cruzados entre Griezmann y Simeone

El desastre del tiempo añadido en Valencia lo emborronó todo, pero un rato antes Griezmann había conseguido uno de los goles de la temporada. El francés robó la pelota en su propio campo, condujo raudo hacia el área rival y desde la frontal soltó un zurdazo imposible para Cillessen. Un golazo que hizo gritar a todos los rojiblancos —azules en Mestalla—, pero especialmente a Simeone.

El técnico enloqueció con el 1-2 de su pupilo. Griezmann se acercó a la esquina para celebrar el gol con su baila habitual y de camino lanzó besos a la grada. ¿A quién? Desde la banda el Cholo le había mandado besos a él por su tanto, como mostró El Golazo de Gol. Entrenador y futbolista tienen una conexión especial, que abarca incluso a sus familias, y el míster se alegra especialmente por el éxito deportivo de Antoine.

A Griezmann le ha costado enchufarse y mostrarse como en su anterior etapa. Pero Simeone ha sido su gran valedor, quien más fuerza hizo para que el francés regresara el 31 de agosto a la que fue su casa. Y ha hecho lo posible por encajarlo en el equipo para mejorar lo que había, que no era nada más y nada menos que el campeón de Liga. Poco a poco, el 8 va encontrando sensaciones y en Mestalla marcó un gol y participó en los otros dos. Para desgracia rojiblanca, la fiesta tuvo final infeliz.