Iago Aspas, el renacido
Después de empezar la temporada de manera irregular, se resarció con un doblete histórico ante el Barça. Balaídos rindió pleitesía a su héroe.
La semana del Barça arrancó con una premonición, con Aspas subido a una batea diciendo "ahora me toca a mí". El moañés no faltó a su palabra. Cuando todo estaba perdido, cuando la quinta derrota en Balaídos salía del horno, el mago obró su enésimo milagro, el primero de esta temporada. En el descanso se vistió de héroe, desempolvó su capa y apareció para liderar una remontada que pasa directamente a las páginas gloriosas de la historia celeste.
Su gol en el minuto 96 fue un sello majestuoso a una segunda parte soberbia, a la altura de muy pocos futbolistas en el panorama mundial. Como lleva haciendo muchos años, apareció por todos lados, siempre con criterio para mejorar la jugada y con el aguijón perfectamente afilado para matar dentro del área. Desenterró todas las dudas que algún descreído pudiera tener. Sigue siendo el líder absoluto del Celta y uno de los jugadores más determinantes del campeonato. Luis Enrique no se puede olvidar todavía de su nombre.
Coudet pidió cariño para él, se inventó un homenaje en el minuto diez para fortalecer sus posibles carencias afectivas. El moañés respondió como sabe, haciendo fácil lo imposible. Su zurdazo en la última jugada es poesía que desata rabia por quemar definitivamente una mala racha de juego. Quizás sea lo normal para el resto de los mortales, pero Aspas no estaba acostumbrado a ser terrenal.
Por si le faltaba alguna guinda a su sensacional encuentro, el partido ante el Barça también le sirvió para superar a Atilano y convertirse en el tercer jugador con más partidos en la historia del Celta. El moañés suma 393 encuentros de celeste, por delante ya sólo tiene a Hugo Mallo (409) y Manolo Rodríguez (533). Los dos primeros capitanes de la actual plantilla celeste van camino de superar al gran capitán de los años setenta.