Escándalo histórico en Turquía
El árbitro añadió nueve minutos de descuento y pitó el final en el minuto 94. Diez minutos después llamó a los jugadores para que volvieran a terminar el partido.
El partido entre el Gaziantep y el Kasımpaşa disputado en la jornada duodécimo de la Superliga fue el escenario de un evento que no se verá fácilmente en el terreno de juego. Mientras el partido continuaba con la superioridad del equipo local, 2-0, el árbitro Halis Özkahya añadió 9 minutos de descuento. Hubo una revisión del VAR en el tiempo adicional y el juego se paró durante unos dos minutos más momento en el que el jugador del Kasımpaşa Eysseric recibió una tarjeta roja.
El árbitro Özkahya se confundió a partir de este momento e hizo sonar el pitido final cuando el cronómetro marcaba el 94:13 y dio por terminado el partido. Aunque esta decisión fue sorprendente los equipos dejaron el campo para ir al vestuario.
Sin embargo, el árbitro cambió de opinión diez minutos después de dar por finalizado el partido cuando decidió llamar a los jugadores al campo. Según los medios turcos, algunos futbolistas fueron llamados desde la ducha para completar el tiempo adicional de este encuentro.
Eso no fue el único problema. Se desmantelaron las redes de las porterías y también se desactivó el sistema VAR. Las porterías, que fueron rápidamente desmanteladas, se reemplazaron, se reactivó el sistema VAR y el partido se jugó durante unos cinco minutos más.
Como el resultado no cambió en el tiempo restante, el equipo local ganó por 2-0. El Gaziantep FK se burló en Twitter de este extraordinario hecho después del partido que pasará a la historia: "¡Por favor, no nos llamen al campo, estamos felices!".