Diego López: 40 años, 40 paradas
Nacido el 3-11-1981, la vida del portero de Lugo al Real Madrid, la plenitud del Villarreal, la frustración del Mundial y el Sevilla, Mourinho y Casillas, y los récords con el Espanyol.
Lugo, sus raíces
A los 12 años comenzó su aventura en el fútbol ‘grande’, cuando el Lugo puso sus ojos en aquel espigado portero de fútbol sala que acababa de ser el menos goleado en un torneo infantil. Hasta el año 2000, llegó a jugar en Segunda B. Entre el fijo y los sucesivos variables, cobraría la entidad lucense 210.000 euros por su traspaso. No se reencontraron hasta la pasada temporada, en Segunda A.
El Madrid a los 18: trabajar el triple
"Yo partí con una desventaja tremenda respecto al resto de jugadores, en este caso porteros, de mi generación. Llegué sin ninguna formación, nunca había trabajado a nivel individual, como se hacía en la cantera del Madrid o en otros clubes de España", explicaba Diego López la pasada Navidad en una entrevista con AS. A los 18 años llegó al Real Madrid, en el salto de un club humilde a uno de los más profesionales del mundo. “Me di cuenta de que tenía que trabajar no el doble ni el triple, sino muchas veces más que el resto para intentar poco a poco recuperar todo el déficit que tenía de no haber hecho nada durante tantos años”.
Alcorcón: ni un solo minuto
Del Real Madrid C pasó, en su segunda temporada en la casa blanca, a una cesión en el Alcorcón, que por entonces militaba en Segunda B y que en aquel curso 2001-02 incluso disputó la promoción por no bajar a Tercera. Pero no jugó ni un solo minuto liguero, a la sombra de David Criado, curiosamente exmadridista y del Málaga. Un prematuro aprendizaje.
Castilla: regularidad y ascenso
De vuelta al Madrid, y consolidado en las categorías inferiores, volvería a la categoría de bronce la temporada 2004-05 para convertirse en el titular del Castilla, que se proclamó campeón de su grupo y ascendió a Segunda A tras imponerse en los playoffs a Zaragoza B y Conquense. Con López Caro de entrenador, compañeros como Arbeloa, Soldado, Jurado y Trashorras, y un ‘rival’ en la portería como Jordi Codina.
El debut en Primera
Quemando etapas, en la temporada 2005-06 acabaría por ser el suplente del Real Madrid, con el que llegó a debutar en la Champions y la Copa del Rey antes de hacerlo en LaLiga, el 30 de abril de 2006, con 24 años. Sucedió en El Sadar, en un 0-1 de Baptista. Entró en el minuto 81 porque Iker Casillas acababa de ver su segunda amarilla. Y con otro incombustible, Ricardo López, como guardameta de Osasuna. Jugó, como es lógico, la jornada siguiente, un Racing-Madrid que acabó 2-3 (Matabuena x2, Roberto Carlos, Soldado, Robinho).
Campeón de la Liga del Tamudazo sin jugar
Como segundo portero blanco continuó la siguiente campaña, la 2006-07, en la que se proclamó campeón de Liga, la del Tamudazo, sin disputar ni un solo minuto, puesto que todos los acaparó Casillas. Sí jugó cuatro de Copa y uno de Champions, en Kiev contra el Dinamo (2-2).
La plenitud con el Villarreal
Su crecimiento profesional dio un salto en ese verano de 2007, cuando por seis millones de euros fue traspasado al Villarreal, en el que permanecería hasta 2012 en una etapa brillante, de plenitud, que fue en paralelo también a la expansión del club groguet. Disputaría 230 partidos, con 291 goles recibidos. Jugó Copa UEFA y Champjons, contra Manchester United, City, Bayern de Múnich o los cuartos de final de la 2008-09 ante el Arsenal.
Su único partido con la Selección
Fruto de su gran momento llegaron las convocatorias de la Selección española, y asimismo su debut, el 12 de agosto de 2009, en un amistoso Macedonia-España. Entró a falta de 25 minutos para el final en sustitución de Pepe Reina y, a pesar del resultado final, 2-3, él acabó imbatido. Sería su único partido con la Roja.
Su 'fichaje' por el United
Otro perico ilustre, Joan Capdevila, escribió este tuit. "Recien firmado por el Manchester United. Se nos va el mejor. Suerte amigo". Era la temporada 2010-11 y lo acompañaba de una foto con Diego López disfrazado de torero. Era una broma del entonces lateral del Villarreal, en la despedida de soltero del guardameta. Pero algo de realidad tenía, cuando en el verano de 2009 sí había intentado el United su contratación.
Sin el Mundial de Sudáfrica
Había sido citado para la Copa Confederaciones, en 2009, y aunque Vicente del Bosque no le había dado más minutos que en Macedonia, por su momento futbolístico albergaba bastantes esperanzas de acudir a la Copa del Mundo de 2009. "Es cierto que fue muy dolorosa", reconocía en AS. Un duro golpe en una cita en la que la Selección se acabaría proclamando campeona.
Imbatido de groguet contra Espanyol
Mientras fue rival, Diego López había sido la bestia negra del Espanyol. Especialmente, en sus nueve enfrentamientos defendiendo la portería del Villarreal, entre 2007 y 2012, con cuatro victorias, tres empates y ninguna derrota para el gallego. Pero, especialmente, sin un solo gol recibido ni en El Madrigal, ni en Montjuïc ni en Cornellà-El Prat.
Su frustrado paso por el Sevilla
Su imagen junto a Monchi en el aeropuerto presagiaba una nueva época en el Sevilla. Era verano de 2012 y firmaba por cinco temporadas, a razón de 3,5 millones para el Villarreal. Pero la realidad fue otra, ya que únicamente disputaría 11 partidos, de los cuales ocho de una Liga en la que Palop y Beto se repartirían las titularidades. A él, Míchel se la quitó y una expulsión ante el Granada lo acabó por condenar al ostracismo.
La vuelta al Madrid el día menos pensado
Y así, mientras en el Sevilla seguía conformándose con el banquillo, en enero de 2013 apareció de la forma más inesperada un viejo 'amigo'. Un Real Madrid que necesitaba un portero de garantías de urgencia por la lesión de Casillas. Y le eligieron a él. Se especuló con una cesión, pero finalmente los blancos abonaron unos cuatro millones por contratarlo hasta 2017. Una operación relámpago. Un giro del destino.
La frase de Mourinho
"A mí me gusta más Diego López como portero que Iker Casillas". La frase, pronunciada por Mourinho el 7 de mayo de 2013, desató una auténtica tormenta en el seno del Real Madrid. "No es ninguna decisión personal. Me gusta un portero que juega bien con los pies, que domina el espacio aéreo y que es un fenómeno entre los palos", se justificó el técnico portugués, quien sentenció: "Mientras yo sea entrenador del Real Madrid, va a jugar Diego López en condiciones normales".
El duelo con Casillas
Recuperado Casillas, esa competencia natural entre dos porteros por un solo puesto se convirtió, en palabras del propio Diego hace unos meses en AS, en la presión "más 'heavy' del fútbol que yo recuerde, y no porque fuera mi caso. Yo no recuerdo nada igual. Creo que mentalmente estaba preparado, confiado y al final disfruté mucho a pesar de lo que se pueda decir".
El titular de Ancelotti
A ese disfrute contribuyó indudablemente la llegada al Real Madrid de Carlo Ancelotti, quien apaciguó las aguas aunque, como antes Mourinho, le dio la titularidad en LaLiga. Para repartir minutos, el italiano cedió a Casillas la Champions y la Copa, que fueron curiosamente los dos títulos que conquistaron los blancos aquella temporada 2013-14.
Su refugio de Paradela
Ante la locura del Bernabéu, y en realidad siempre que llegan las vacaciones, en su localidad natal encuentra un refugio natural, con la familia, y por supuesto con un marisco que es su devoción, con el pulpo –que, además, es uno de sus sobrenombres como portero–, con la matanza y, cuando llega el frío, con un buen cocido.
El Milan como válvula de escape.
Aterrizaba Keylor Navas en el Real Madrid, por lo que uno de los dos aspirantes a la titularidad debía dar un paso al lado. Y, en agosto de 2014, encontró Diego una solución al desgaste, firmando por otro grande de Europa como es el Milan. El propio Ancelotti, ironías del destino, lo había querido años antes para los 'rossoneri'.
La irrupción de Donnaruma
Titular en su primera temporada milanista, con 28 encuentros en la Serie A, en la segunda se topó con una lesión y con la irrupción en paralelo de un joven de solo 18 años, Donnarumma. "Yo siempre digo que tiene un talento increíble, su físico con 16 años era impresionante, y va batiendo récords de precocidad uno tras otro", explicaba en este periódico. En efecto, su excompañero fue designado mejor jugador de la pasada Eurocopa.
Al Espanyol sobre la bocina
Tan inesperado como había sido su retorno al Real Madrid resultó su fichaje por el Espanyol, el 31 de agosto de 2016, en el último día de mercado. Una carambola, ya que al inicio del verano había fichado Quique a Roberto Jiménez, del que se desencantó, y también a pocas horas para el cierre se marchó pau cedido al Tottenham. En esas condiciones, a préstamo, llegó Diego cedido por el Milan.
Récord de imbatibilidad en Primera
Muy poco, apenas tres meses, le bastó para convertirse en el guardameta de la historia del Espanyol que más minutos ha aguantado sin recibir goles en la historia de Primera. Concretamente, 586', un hiito que alcanzó el 11 de diciembre de 2016 en un Espanyol-Sporting. Antes, había acabado imbatido ante Betis, Alavés, Leganés, Athletic y Atlético. El récord hasta entonces lo ostentaba Kameni, con 550 minutos, ocho años antes.
"Diego, Selección"
El grito de guerra de Cornellà, igual que lo había sido del Bernabéu durante su segunda etapa en el Real Madrid, se escuchó continuamente durante su primera temporada como blanquiazul, en la que jugó 35 partidos ligueros, recibió 38 goles y fue una pieza clave en la consecución de una octava plaza.
Perico en propiedad
Si bien la opción de compra inicial hablaba de siete millones, finalmente abonó el Espanyol alrededor de uno al Milan por hacerse en propiedad con el cancerbero, en el verano de 2017. Fue una de las pocas noticias buenas en aquellos meses finales del año, ya que venía de operarse la rodilla derecha en mayo, y la temporada entrante, la 2017-18, apenas participaría en diez jornadas de Liga, todas a partir de enero.
Eufórico penalti a Messi
Sin embargo, sí hubo un momento de la campaña que quedó marcado, sobre todo para la afición del Espanyol. Se trata del penalti que le detuvo a Messi el 17 de enero de 2018 en un derbi copero disputado en Cornellà-El Prat, lo que le convirtió en el primer portero capaz de detenerle dos penas máximas al ‘10’ del Barcelona.
El susto del Ciutat de València
Fueron unos segundos angustiosos, los que se vivieron justo antes del descanso del Levante-Espanyol del 4 de marzo de 2018. Fruto de un salto fortuito con Sadiku, sufría una conmoción que, según el posterior parte médico, sería un traumatismo craneal con pérdida de conciencia. Obviamente, dejó de jugar (aunque él quería seguir), le pusieron un collarín y fue trasladado al hospital.
Todos los minutos del retorno a Europa
Mejor pintaron las cosas en la temporada 2018-19, y no porque no tuviera altibajos. Fue el único inquilino de la meta en las 38 jornadas del campeonato, 3.420 minuts, diez de ellas imbatido. Uno de los artífices, sin ninguna duda, de una séptima plaza que devolvía al Espanyol a Europa 12 años después y que supo a gloria.
Capitán blanquiazul
Su implicación –e incluso la de su familia, pareja e hijas– con el Espanyol obtuvo una recompensa personal en julio de 2019, cuando fue incluido en la nómina de capitanes. Cubrió la vacante que había dejado la marcha de Sergio García, y se enfundó el brazalete junto a Javi López, Víctor Sánchez, David López y Granero.
Récord también en Europa
Aunque la participación en la Europa League no llegó muy lejos, si dejó huella el portero con un nuevo récord de imbatibilidad, el que le llevó a permanecer 374 minutos sin recibir goles. Superaba en este caso los 341’ logrados por Gorka Iraizoz en la Copa UEFA 2006-07, la del subcampeonato perico en Glasgow.
El trauma del descenso y la gran decisión
Confesaría con el tiempo Diego que la temporada 2019-20 sería el peor año de su carrera. Formaba parte, con 36 partidos en sus guantes, del descenso del Espanyol tras 26 cursos seguidos en Primera. Y se tenía que plantear si quería estrenarse en Segunda con 38 años. Renovó y asumió el reto.
Por encima de N'Kono
Lo había logrado en Primera, en Europa y le faltaba lógicamente la Segunda División A, básicamente porque jamás había jugado ahí. El 18 de octubre de 2020 se hacía con el récord de imbatibilidad del Espanyol en la categoría, que situó en 538 minutos respecto a los 473’ que ostentaba su maestro Tommy N’Kono desde la temporada 1989-90. El Rayo rompió un arranque sin goles ante Albacete, Mallorca, Oviedo, Sabadell y Alcorcón.
Otra renovación antes del ascenso
Menos traumática que su anterior ampliación de contrato, puesto que en esta ocasión se produjo de manera automática, fue la renovación del pasado mes de abril, cuando ya había cumplido todas las variables estipuladas para tener contrato en vigor hasta el 30 de junio de 2022. Para ser, de nuevo, guardameta en Primera.
Su primer Zamora, a los 39
No lo había logrado en Primera, a pesar de haber defendido con éxito grandes porterías. Pero sí lo conquistó en Segunda, gracias a que pudo superar al sportinguista Mariño en la última jornada. Con 25 goles recibidos en 40 partidos, se proclamó Zamora, superando los 25 en 38 jornadas de su antecesor perico en la categoría, Toni Jiménez en la campaña 1993-94.
Más longevo que Di Stéfano
Le bastó con debutar en el retorno a Primera, ante Osasuna en la primera jornada, para convertirse en el futbolista de mayor edad que ha vestido la camiseta del Espanyol en un partido de Liga. Superaba así los 39 años y 273 días que había marcado como listón el legendario Alfredo di Stéfano en 1966, antes de su retirada. Y el contador sigue sumando.
Uno de los días que más disfrutó
No fue un título, ni un ascenso, ni la consecución de un torneo personal. “Es uno de los días que más he disfrutado”, señalaba Diego el pasado martes 26 de octubre tras exhibirse en el encuentro liguero del Espanyol frente al Athletic Club (1-1), en el que realizó cinco paradones que valieron un punto para su equipo, la ovación de la grada y, sobre todo, los elogios de sus rivales.
El guardameta que más para de LaLiga
Con las cinco del pasado domingo en Getafe, acumula 44 paradas en Primera División, por delante de las 39 de Kiko Casilla con el Elche, o las 37 que comparten a día de hoy Aitor Fernández (Levante), Matías Dituro (Celta) y Luis Maximiliano (Granada). Un dato que muestra cómo de forma se encuentra.
Buffon como referente
Si alguien necesita pistas para saber si Diego pretende retirarse en breve, que lea lo que expresaba en plena pandemia, en redes sociales. “Mi misión es seguir más allá de los 40 y Buffon (que tiene 42) es un buen espejo en el que mirarse”. A sus 43 años, el italiano sigue en activo en el Parma de la Serie B.
Entrenamiento 24 horas y sin mirar DNI
"Es muy fácil desde fuera opinar que uno ya no sirve porque tiene cierta edad", reivindicaba el pasado 20 de octubre. Ese mismo día ofrecía una de las claves para poder llegar en plenitud a los 40 años. Se trata de cuidarse las 24 horas, de realizar un entrenamiento invisible que debe comenzar no a su edad, sino en la primera juventud, con tal de alargar las buenas condiciones. Un caso similar al de Joaquín Sánchez, el único futbolista mayor que él a día de hoy en LaLiga.
Maestro de jóvenes
Más allá de su capitanía, y de su titularidad indiscutible, una de las condiciones que resaltan de Diego en la actualidad es su capacidad para aconsejar a los más jóvenes y para guiar a los porteros que surgen. Como Joan García, llamado a ser su sucesor en la meta del Espanyol si todo lo deseable se cumple. Un maestrazgo que valdrá oro.
Más de medio millar de partidos
Con cuerda para rato, lleva ya 537 encuentros disputados en el fútbol profesional, entre Liga, Serie A, Champions, Europa League, Copa… Se dividen en 241 triunfos, 135 empates y 161 derrotas. Y en 644 goles recibidos. Un balance propio de un portero que ha marcado una época.
Un futuro entrenador
¿Y qué sucederá cuando cuelgue los guantes? Lleva tiempo Diego López preparándose para convertirse en un futuro entrenador. Que lo sea de un equipo entero o de porteros lo determinará su pericia y la suerte que pueda correr. Lo que es innegable es que, como él mismo admite, lleva "el fútbol en la sangre". Y las paradas en su ADN.