Rodri, un regreso al pasado
El atacante de Talayuela jugó con 12 años en el infantil del conjunto rojiblanco. Hoy es uno de los jugadores de moda de LaLiga tras su despegue en el Betis.
Rodri apunta hoy al indescifrable once de Manuel Pellegrini en el Wanda Metropolitano. El turno de rotaciones le entrega bastantes papeletas y su buen momento despierta mucha esperanza entre la afición del Betis, que vio cómo su despegue fue definitivo en este arranque de campaña de la mano de Manuel Pellegrini. Fue el técnico el que apostó de forma decidida por el canterano en el pasado curso y le entregó galones en el presente. En el Wanda, se reencontrará con uno de los clubes que determinan su trayectoria: pasó por la cantera atlética antes de tratar de encontrar también su camino en la del Real Madrid o el Barcelona. Fue en Heliópolis donde firmó su salto de confianza.
Con 12 años, Rodri llegó al infantil del Atlético de Madrid tras haber jugado la campaña anterior en el CD Canillas de Madrid. Ocurrió en 2012 y luego se paseó por otras canteras de altura del fútbol español antes de encontrar la firmeza en el Betis. Su talento no pasó desapercibido para Pellegrini desde que el chileno llegó. "Cuando tiene el balón, hace cosas diferentes", aseguró. Le dio un billete en Primera y vio cómo en la Copa ante el Sporting anotaba un gol de ensueño que reafirmaba su creencia. En este verano, recibió los merecidos galones y está a un paso de firmar una renovación que blindará su presencia en Heliópolis ante las miras de otros clubes y tras dar el salto también a la selección española Sub-21.
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Hay mucha esperanza puesta en Rodri. Entregó ya un rendimiento notable en las primeras jornadas de Liga y Pellegrini quiere que sea incluso más decisivo en los últimos metros. No tiene la velocidad de Lainez ni la capacidad física de Aitor Ruibal, pero aplica en ese flanco derecho su enorme potencial técnico y resulta una garantía para el equipo verdiblanco. Pausa, ordena, desborda y busca la portería contraria siempre. Hoy, en el Wanda, vuelve al pasado a la caza de un billete de confirmación para el futuro. Con Pellegrini como su mejor aliado.