La táctica perica en Elche: 325

Los 15.678 espectadores del lunes en el RCDE Stadium, en un día y hora terribles y ante un rival a priori no muy atractivo como el Cádiz, no son una casualidad. Tampoco los 23.377 que colmaron el 60 por ciento del aforo disponible, dos semanas antes, frente al Real Madrid. El fatídico binomio que conformaron la pandemia –es decir, los estadios vacíos– y el paso por Segunda, con su inenarrable esfuerzo por ascender, ha cohesionado a la afición del Espanyol como ningún pegamento lograría hacerlo. La demostración está en el próximo encuentro.

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Hasta Elche, a unos 500 kilómetros de Barcelona y en sábado –el encuentro estaba inicialmente programado para el domingo, un día más propicio para desplazamientos– viajarán como mínimo 325 seguidores del Espanyol, tantos como entradas había pedido el club perico para sus socios, que ante la buena demanda tuvo que ampliar su solicitud original de 300 con una nueva tanda. Esas son las que se han despachado oficialmente, a un precio de 20 euros cada una, después pueden unirse aficionados que las compren en la misma taquilla del Martínez Valero, una práctica habitual al menos antes de la pandemia. Y tanto la Juvenil como la Curva, los dos grupos de animación, están llenando autocares, dos en el caso de estos últimos.

Se trata del primer desplazamiento que se produce desde antes de la pandemia, otro factor que ha influido para que los hinchas blanquiazules lo cojan con ganas, obviamente también con la buena marcha perica –dos victorias consecutivas y 12 puntos– como acicate. En la retina estarán los desembarcos masivos que se produjeron a inicios de 2020, justo antes del estallido global de la COVID-19, con 3.000 pericos en Vila-Real –el mayor viaje jamás visto para un partido de Liga– y 1.200 en Wolverhampton, Inglaterra. Un pulso que, al fin, se recupera.