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GRUPO D | SHAKHTAR - REAL MADRID

Mal momento y mal recuerdo

El Madrid se mide con el Shakhtar, que le ganó dos veces el año pasado, tras tres partidos sin victoria. El equipo de De Zerbi, sin gol ni goleador. Los tres puntos, vitales para ambos equipos.

Vinicius, Casemiro y Modric, en el Olímpico de Kiev.
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Fernández Menéndez, Miguel Án

"Hoy soñamos con una sola cosa: regresar a casa, a nuestro querido y pacífico Donetsk, a nuestro hermoso Donbass Arena". Se cumplen ahora siete años desde que el Shakhtar abandonara Donetsk para instalarse en Kiev, trauma no superado que recuerda en una carta a los aficionados su presidente, el magnate de la minería y el acero Rinat Akhmetov, al cumplirse 25 años de su llegada al club. El conflicto armado en Ucrania oriental despojó a Shakhtar de casi todo en un momento de despegue: dejó su estadio y su ciudad deportiva con el cemento fresco (sólo disfrutó de las instalaciones cinco años), perdió buena parte de sus ingresos, se vio obligado a alquilar los estadios de Leópolis y Jarkov hasta acabar en Kiev y le ha costado encontrar futbolistas dispuestos a jugar en un equipo en el exilio. Pero hay dos cosas que no ha cambiado: la ambición de Akhmetov por convertir al club en el más potente del país (en la carta citada presumía de sus 35 títulos) y la propensión a fichar brasileños para uso y disfrute o para la reventa. En su última alineación inicial hubo ocho: los dos mediocentros, los tres mediapuntas y el ariete. Luego entrarían tres más.

En 2004, Akhmetov, fortuna número 327 del mundo según la lista Forbes y adicto a la compra de viviendas de lujo (tiene la más cara del mundo, Les Cedres, un palacete en la Riviera francesa), fichó al técnico rumano Mircea Lucescu, hoy entrenador del Dinamo de Kiev, el gran rival. Lucescu le convenció para fichar talentos brasileños por descubrir, bien como refuerzos, bien como fuente de ingresos. El tiempo le dio la razón. Chygrynski (al Barça por 25 millones), Fernandinho (al City, 40), Willian (al Anzhi, 35), Douglas Costa (al Bayern, 30), Fred (al United, 59), Álex Teixeira (al Suning, 50) o Luiz Adriano (al Milan, 14) han alimentado buena parte del proyecto. Y cuando no ha alcanzado con esa plusvalía, ahí ha estado Akhmetov, que este verano ha gastado 47 millones en cuatro fichajes: el exbarcelonista Marlon (Sassuolo), Pedrinho (Benfica), Lassina Traoré (Ajax) y Vinicius Tobías (Internacional, llegará en enero). Este último será el decimotercer brasileño en la plantilla.

La lesión del artillero

La base del equipo que le ganó al Madrid los dos partidos de la fase de grupos del año pasado se mantiene. De hecho, siguen en la plantilla 17 de los 21 futbolistas que participaron en aquel doble duelo. Hoy le faltará Lassina Traoré, que llegó como la gran baza ofensiva e hizo seis goles en el inicio de la temporada, pero en el duelo ante el Inter se rompió la rodilla en una entrada del neerlandés Dumfries. No volverá antes de nueve meses. Otro de sus rematadores, Junior Moraes, lleva cinco fuera y le quedan dos para volver.

Los jugadores del Shakhtar, durante el último entrenamiento antes de medirse con el Real Madrid.
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Los jugadores del Shakhtar, durante el último entrenamiento antes de medirse con el Real Madrid.AFP

El Madrid, en cualquier caso, se encontrará a un Shakhtar distinto. El portugués Luis Castro se marchó al Al-Duhail qatarí y Darijo Serna, una leyenda croata que jugó quince años en el club, acabó su carrera en el Cagliari y ejerce como director deportivo, se trajo de la Serie A a Roberto de Zerbi, el técnico milagro del Sassuolo, al que en tres años dejó dos veces octavo. "Me llamaron muchos clubes italianos, pero no me estimulaban. He dejado una situación de confort para partir de cero", explicó.

De Zerbi, canterano del Milan y exjugador de doce equipos, lo ha visto todo en el fútbol y al final se ha quedado con Guardiola: "Un día dije que era preferible perder una Champions con él que ganarla con cualquier otro. Fue una provocación, pero quería subrayar que no se le puede tratar de genio por ganar la Premier sin un ariete puro y de burro por no ganar la Champions por no poner un ariete puro". De Zerbi ha traído un fútbol de máxima elaboración. De hecho, la posesión de su equipo ha sido abrumadora en las dos primeras jornadas (75% frente al Sheriff y 66% frente al Inter), pero tener la pelota no significa tener la razón. Sólo lleva un punto y no ha marcado ningún gol, registros inesperados en un equipo que en la fase previa echó a Genk y Mónaco. Así que al duelo llega muy exigido porque en su liga está a tres puntos del Dinamo de Kiev, aunque el sábado le hizo un set al Zorya (6-1). Hoy es otro torneo y otro mundo.

El 4-3-3, idioma oficial

Tampoco hay desahogo en el Madrid. Por el batacazo ante el Sheriff, que también tiroteó al Shakhtar, y por la ventana FIFA. Alaba, Militao y Hazard llegaron lesionados (el último ni viajó) y a Valverde le cayó una paliza de tres partidos completos en tres países distintos. Seis futbolistas más jugaron también con sus selecciones. A cambio, vuelven Mendy y Marcelo aunque muy fuera de punto. El primero lleva sin jugar desde el 5 de mayo. El segundo ha disputado sólo dos minutos este curso. Ha encadenado doce lesiones en dos temporadas, diez de ellas musculares.

Mendy, que vuelve después de cinco meses y medio de ausencia, en el Olímpico de Kiev.
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Mendy, que vuelve después de cinco meses y medio de ausencia, en el Olímpico de Kiev.Realmadrid.com

El Madrid comparece inmerso en el primer bache del curso, después de tres partidos sin ganar (Villarreal, Sheriff y Espanyol). Así que Ancelotti irá sobre seguro, arriesgará con Militao y Alaba y quién sabe si con Mendy, y se encomendará a sus tres centrocampistas eternos: Modric, Casemiro y Kroos. Sólo el primero tuvo partidos con sus selecciones. Arriba se espera a Benzema, Vinicius y quizá Lucas Vázquez o Rodrygo, una vez reinstaurado, en boca del propio técnico, el 4-3-3 como idioma oficial. Y no habrá reservas preclásico. Perder en Kiev es ponerse en japonés el liderato del grupo. Y el bombo uno de octavos estará infestado de cocodrilos.