Edgar, de invitado a intocable
El canterano se convirtió en central de urgencias y ahora es el segundo jugador con más minutos del Betis tras una planificación de interrogantes. Pellegrini quiere que sea importante.
Sólo Nabil Fekir juega más minutos que Edgar en este Betis. Eso refleja el peso tomado por el canterano desde el pasado verano, cuando regresó de su cesión en el Oviedo y se convirtió en central de urgencias para Manuel Pellegrini. Lo hizo primero ante la tardanza en el fichaje de un reemplazo para Aissa Mandi. Después debido a los contratiempos físicos de Marc Bartra y tras ello por la lesión de Víctor Ruiz. Todo un cúmulo de circunstancias que el defensor supo aprovechar para demostrar que tiene recursos de sobra para ser importante en Heliópolis. Su rendimiento, de momento, no es inferior al de sus competidores por un puesto en la zaga pese a haber jugado las últimas campañas como medio centro. Y Pellegrini se agarra a sus condiciones para poner tiritas a las aristas presentes en la última planificación.
Edgar ya es uno más de los centrales del primer plantel. Se ganó ese derecho con minutos y sacrificio y sin cometer demasiados errores pese a las carencias lógicas de su juego. Pellegrini quiere aprovechar esa dinámica para convertirlo en importante, sobre todo por la irregularidad de Bartra en el aspecto físico y la necesidad de repartir minutos a sus centrales. Además, el rendimiento de Pezzella también deja en escena algunos grises que abren los interrogantes sobre el plan ejecutado en la defensa verdiblanca este pasado verano.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Para Pellegrini, la zona central de su defensa es el aspecto más importante en relación a la necesidad de dar un paso de crecimiento. Sabe que algunos de los defectos más importantes de su equipo están ahí y pretende que se recupere el hilo de fiabilidad que se expuso en la pasada temporada durante varios encuentros, sobre todo cuando el plantel consiguió dar un salto cualitativo a nivel defensivo en los primeros meses del 2021. Edgar ya sirvió de pivote improvisado con Rubi al mando hace dos campañas. Hoy, tiene un sitio en el plan de Pellegrini y no pretende bajarse de un tren que puede conducirlo a su confirmación definitiva en la élite de LaLiga.