Pellegrini calibra a Míchel
Un Betis lanzado se mide a un Getafe en crisis en el Villamarín. Los verdiblancos recuperan para el partido de esta noche a Pezzella y Bartra; los madrileños tienen de vuelta a Sandro.
Parece demasiado pronto para hablar de urgencias pero quizás sea demasiado tarde para pedir paciencias. Míchel y su Getafe acuden hoy al Benito Villamarín con cero puntos en su casillero y un puñado de carencias reflejadas en lo que va de Liga (sigue el partido en directo en As.com). Más virtudes plasmó este Betis hasta el momento, sobre todo desde que los puntos entraron en liza y confirmaron que Manuel Pellegrini sigue siendo su gran estandarte: Siete puntos de nueve posibles en sus tres últimos duelos. Un equipo lanzado y otro al ralentí.
"Ganar no es lo más importante, es lo único", apreció Vince Lombardi sobre una realidad que parece haber disparado a Pellegrini y que, sin duda, amenaza ya a Míchel. Cero puntos y más de un temor en un Getafe que promete más. El tiempo le exige que lo haga ya. Por mucho que Ángel Torres pida un escenario de tranquilidad.
Pellegrini quiere dar continuidad a lo mostrado en las últimas semanas. Logró convencer con balón y sin él. Seguirán las rotaciones antes de viajar a Budapest y por ello volverán al once piezas como Bellerín, Miranda, Carvalho y Rodri. Willian José podría robarle el sitio a Borja Iglesias y el regreso de Pezzella también variaría el centro de la zaga. Los interrogantes se colocan sobre Canales y Fekir, dos magos tan decisivos como faltos de descanso. Regresa Bartra a la convocatoria tras aparcar sus dolencias físicas, pero Edgar apunta a tener cierto hilo de continuidad en este dubitativo eje de la defensa verdiblanca.
El Getafe, mientras, colecciona bajas. Míchel tendrá que improvisar y en ocasiones surgen apariciones que destruyen una crisis. La mayor esperanza es que Florentino se asentó en el pivote y su buen rendimiento abre una puerta hacia un salto cualitativo del equipo. Sandro está de vuelta, pero hay seis bajas de peso que condicionan mucho a un técnico que encara otra final anticipada. La que puede significar una redención o el temblor de esa fina cuerda sobre la que camina.