Adama, entre la cal y la arena
El extremo genera ocasiones, pero ni él ni sus compañeros consiguen materializarlas. En siete partidos no lleva ni goles ni asistencias, pero es el mejor regateador de la Premier.
El Wolverhampton no está viviendo una transición de Nuno a Bruno Lage tranquila. Tres puntos de quince posibles les hacen coquetear con los puestos de descenso en la Premier. Si bien es cierto que ante Leicester, Tottenham y Manchester United compitieron (perdieron 1-0) ante equipos que, en teoría, no juegan 'su' liga, la derrota ante el Brentford (0-2) dejó un mal regusto en el Molyneux. Ganar al Norwich no sirvió de trampolín y a estas alturas hay una certeza: los lobos no muerden.
Solamente dos tantos en la Premier, uno de Hwang y otro en propia puerta, es el bagaje ofensivo que demuestra el problema de puntería existente. Lage ha dotado a los Wolves de un fútbol más alegre, pero sin gol no hay paraíso. Uno de los retoques que ha hecho en el once es cambiar de banda a Adama, para abrir hueco a Trincão, por un lado, y acercarle más al área, por otro. Hasta ahora, el experimento no resulta, o solo lo hace a medias: el internacional español sigue a cero, pero regatea como nadie.
El regate y la definición, polos opuestos
Ni goles ni asistencias acompañan al chorro de fútbol ofensivo que genera el de L'Hospitalet. Y es que, Adama sigue siendo imparable para las defensas rivales. De hecho, ha multiplicado sus números con respecto al curso pasado. Completa 10.1 regates por partido (5.2 en la 2020-21), crea 2.5 ocasiones (1.9), siendo 0.4 claras de gol (0.2 la temporada anterior). Allan Saint-Maximin, el malabarista del Newcastle, es el segundo mayor regateador del campeonato con 4.4 por choque, con su compañero Trincão tercero, con 3.4. La diferencia es abismal, pero la tarea que le ponía Lage, "necesita mejorar su definición", sigue pendiente. El
La temporada pasada ya vivió algo similar. Dos goles y tres asistencias fueron su bagaje, pero estos se compactaron en las últimas diez jornadas, cuando pegó esprín numérico que la valió formar parte de La Roja en la Eurocopa. En las 27 primeras jornadas se quedó a cero y por momentos apareció el runrún del traspaso: llegó a abrirle la puerta al Barça en junio y su marcha al Tottenham en los últimos días de mercado estuvo próxima. No obstante, si fue transferible en algún momento, ahora es indispensable para Jeff Shi, dueño del Wolverhampton.
Aunque para que los lobos salgan del atolladero necesitan hacer los deberes y comenzar a morder en el área rival. Adama sigue siendo una locomotora, pero debe llegar a su destino con mayor asiduidad o ayudar a que sus compañeros se apeen en la estación correcta. Tiene mimbres de sobra para lograrlo. La permanencia del Wolves en la Premier depende de ello.