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ATLÉTICO DE MADRID

La guerra no cesa entre Gil Manzano y el Atlético

El colegiado extremeño volvió a indignar a la plantilla rojiblanca y João Félix vio la roja, como les había ocurrido en ocasiones anteriores a Diego Costa o a Gabi.

Hay veces que, sin saberse el motivo, las relaciones no fluyen y en el ámbito arbitral, la designación de un colegiado es sinónimo de problemas. Así lo intuía la afición del Atlético antes del inicio del partido, que concentró todos los silbidos, incluidos aquellos escasos que contra el Oporto fueron para Griezmann y en esta ocasión ya desaparecieron, para una atronadora pitada cuando el nombre de Gil Manzano se escuchó por la megafonía.

Unos decibelios que crecieron cuando el colegiado extremeño decretó el final de la primera mitad, sin que necesariamente hubiesen acontecido excesivos problemas más allá de no añadir tiempo extra cuando se habían producido constantes parones en el juego. Y siguieron aumentando hasta la atronadora pitada del final del encuentro cuando Gil Manzano hizo sonar su silbato después de que Oblak hubiese sacado rápido de portería en una jugada donde Carrasco se plantaba mano a mano con Unai Simon. Tan cierto es que el cronómetro había superado por dos segundos los seis minutos de añadido como que en ese alargue se habían reproducido las pérdidas de tiempo por parte del Athletic, incluidos los 30 segundos de espera para sacar ese último córner.

Pero el culmen de las quejas de los Atléticos había llegado un poco antes, en el minuto 78. João Félix recibía en el centro del campo, se giraba a la perfección con la cabeza alta para lanzar un ataque prometedor y era frenado con un agarrón claro. En su afán por continuar golpeaba en la cara a Vencedor, que le tenía sujeto de la camiseta y Gil Manzano decretaba falta a favor del jugador del Atlético, pero amonestaba únicamente al delantero por su golpe en el rostro. El portugués se llevó a la mano a la sien y tras decirle “loco”, veía la segunda amarilla y su primera expulsión en la máxima categoría. El Atlético se quedaba con diez cuando más estaba apretando en busca de la victoria y las protestas de los futbolistas se multiplicaban.

Finalmente, además de las dos amarillas de João Félix, Gil Manzano sacó tarjetas a Savic, Cunha y Giménez por protestar y a Kondogbia en la primera mitad por una falta. El montenegrino indicó al finalizar el encuentro que “con el árbitro no se puede hablar, no es normal que nos saque 15 tarjetas por cada palabra”, algo que también corroboraba Carrasco: “Estoy de acuerdo, cada vez que queremos hablar es que no hay diálogo”. Simeone por su parte aludía a la sensibilidad del colegiado. “Es un episodio que le pasa a cualquier futbolista, el árbitro entendió que lo tenía que expulsar, seguramente si el gesto se lo hace otro futbolista no entendería lo mismo (...) Jesús es un gran árbitro, el año pasado sacamos partidos con él y, la sensibilidad según el día genera ocasiones distintas según se ve”. El acta arbitral también recogió que “el director deportivo Andrea Berta se dirigió al cuarto colegiado diciéndole: 'Este árbitro es muy malo, no va a volver a venir aquí'. Seguidamente entró al terreno de juego para dirigirse a mí diciéndome: "Aquí nunca más, aquí nunca más".

Gil Manzano sacó la tarjeta roja a João Félix.
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Gil Manzano sacó la tarjeta roja a João Félix.Gonzalo Arroyo MorenoGetty Images

Una relación conflictiva que viene de lejos

Pero las polémicas entre el Atlético y Gil Manzano no son nuevas. La más reciente se había producido la pasada temporada, cuando fue el colegiado designado para impartir justicia en el Sevilla-Atlético con el título en un puño. Acuña marcó el único tanto del encuentro en una jugada iniciada con una flagrante mano de Ocampos que el colegiado no señaló y desde el VAR no le llamaron a verla, ya que, aunque propiciaba la recuperación sevillista, no se producía inmediatamente antes del gol, que se elaboró a partir de varios pases. Poco después del tanto, que a la postre redujo la ventaja rojiblanca sobre sus perseguidores, Diego Carlos cortaba con la mano un envío al espacio muy bueno de Correa para Suárez y pese a que Gil Manzano decretaba la falta, no mostró la segunda amarilla al brasileño, algo que indigno al uruguayo, que sí fue amonestado. Suárez, Llorente y Kondogbia vieron la amarilla que les impedía jugar la siguiente jornada contra el Betis por sanción.

Aunque probablemente la mayor polémica entre el árbitro extremeño y el Atlético se produjo en la temporada 2018-19, cuando el equipo de Simeone visitaba el Camp Nou en busca de una victoria que le colocase en plena pelea por el campeonato. Sin embargo, en el minuto 27 de un partido sin goles, el colegiado se giró y mostró la roja directa a Diego Costa por decirle según recogió en el acta: "Me cago en tu puta madre". Además, indicó que el delantero le agarró por los brazos para que no mostrase más tarjetas a sus compañeros. Finalmente, Costa fue sancionado con ocho partidos, cuatro por cada una de las acciones, lo que le impidió volver a jugar esa temporada. El Atlético acabó cayendo y despidiéndose de su ariete titular y de cualquier opción de pelear el título.

Los jugadores del Atlético protestan la expulsión de Diego Costa en el Camp Nou.
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Los jugadores del Atlético protestan la expulsión de Diego Costa en el Camp Nou.ALBERT GEAREUTERS

Y hay otro gran enfrentamiento previo también en un partido contra los blaugranas, aunque en aquella ocasión en Copa del Rey después del 1-0 favorable al Barcelona en el Camp Nou. El partido marchaba 2-2 (con el segundo gol atlético conseguido a través de un penalti cuya infracción se había producido fuera del área) y en el minuto 44 Griezmann remataba dentro del área un balón que no se convertía en el 3-2 por una clara mano de Jordi Alba que debía haberse sancionado como penalti y expulsión. Gil Manzano dejó seguir la acción y en el contraataque Neymar marcó el 2-3.

En aquella época, sin VAR de por medio, la protesta del Atlético cayó en saco roto. La indignación se hizo patente y el equipo de Simeone salió con diez en la segunda mitad. Las protestas habían conllevado la roja directa para el capitán Gabi en el túnel de vestuarios. Si el 3-2 hubiese dejado una segunda parte de infarto, el 2-3 con un jugador menos se convirtió en un imposible para el Atlético, donde Arda Turan perdió los papeles protestando una falta donde le habían sacado la bota y lanzándosela directamente al juez de línea. Algo que Gil Manzano dejó en amarilla cuando debía haber conllevado la expulsión.

Un largo y complicado expediente entre el Atlético y Gil Manzano, que se ha saldado con las rojas de Diego Costa, Gabi y João Félix por sus palabras al árbitro y con constante indignación y furia en el vestuario colchonero. Los rojiblancos deberán dejar la polémica atrás de inmediato ya que no hay tiempo para recrearse y el Getafe espera el próximo martes con la necesidad de comenzar a sumar puntos. A ese encuentro el equipo rojiblanco aparentemente llegará sin João Félix por sanción, con Lemar y Koke de baja por problemas físicos y después de que Kondogbia y Trippier se retirasen del encuentro ante el Athletic también doloridos y a falta de más pruebas.