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ATLÉTICO DE MADRID

Griezmann, como si no hubieran pasado dos años

El francés ya está integrado en un vestuario donde conoce a muchos compañeros, pero también nota los galones de Simeone, que piensa en él para el once titular.

Griezmann, en el entrenamiento del Atlético
ATLÉTICO DE MADRID

A veces ocurre y otras no, pero suele decirse que los recién llegados al Atlético tienen que superar la mili de Simeone. No es fácil llegar al equipo y empezar a funcionar. Con Griezmann ese dilema no aparecerá. El Cholo le conoce de sobra y el futbolista también sabe lo que debe dar y lo que se espera de él. Por eso, el técnico medita incluso que se reestrene como titular ante el Espanyol.

Simeone da vueltas al plan porque el domingo toca el Espanyol y el miércoles, el Oporto. En 21 días serán siete partidos. A falta de Correa, que llegará muy apurado, la duda parecía estar entre Griezmann y João Félix. Sin embargo, en la sesión del viernes, mientras ensayaba un once con casi todas las posiciones dobladas, como segundo delantero estaba sólo el francés. El portugués trabajó en el sitio de Lemar. 

Griezmann llega, además, con el subidón de su doblete ante Finlandia. Es decir, no es un jugador deprimido. El futbolista que penó durante las tres primeras jornadas con el Barça parece haberse quitado un lastre y eso le pone a la altura del resto en la competencia interna. Con João saliendo de lesión y Correa recién aterrizado de Argentina, todos los caminos conducen a Antoine.

Primero fuera, luego en el Wanda

Por otro lado, Simeone también calibrará el efecto Metropolitano. Contra el Espanyol, la entrada de Griezmann generará poco más que indiferencia, pero los siguientes partidos, Oporto y Athletic, son en casa. Y hay mucha intriga por cómo serán el antes y el durante de esos encuentros cuando el francés esté calentando, jugando, cuando su nombre suene por megafonía... incluso si marca un gol.

El tren rojiblanco está en marcha y no espera. Y viene de ser campeón, por lo que no será fácil subirse. Que se lo digan a De Paul, estrella en la Copa América y que ahora sufre lo caro que está entrar en el centro del campo. Y para Griezmann, su puesto en el once estará más reñido que nunca, pero tiene a su favor lo que mostró en el pasado y la confianza plena de un Simeone que lo reclamó hasta el pitido final del mercado.