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ALEMANIA

Samed Yesil, un fabricante de filtros de aire al que comparaban con 'Torpedo' Müller

A sus 27 años, este delantero ha pasado de debutar en Anfield siendo un adolescente a la quinta alemana. Dos rupturas del cruzado fueron el comienzo del calvario.

Actualizado a
Samed Yesil, contra el West Brom.
PAUL ELLISAFP

Abril de 2012. Sami Hyypia, recordado central del Liverpool y en esos momentos entrenador del Bayer Leverkusen, llamaba a una de las joyas europeas del momento para que hiciera su debut como profesional a los 17 años. Samed Yesil se estrenaba en la élite ante el Hertha Berlin. Hacía tiempo que se le esperaba. 58 tantos en 74 partidos en las categorías inferiores del club. 20 goles en 22 internacionalidades con Alemania sub-17. Máximo goleador del Europeo de la categoría en 2011 (perdieron la final ante los Países Bajos de Depay o Aké y en AS aparecía entre los diamantes a pulir del campeonato). Segundo máximo goleador del Mundial que aconteció poco después.

Le apodaban 'Gerd', en honor al legendario 'Torpedo' Müller. El verano posterior a su debut, el del 2012, el Liverpool le llamó a filas y pagó más de un millón de euros para que Yesil pusiera rumbo a la Premier League. Allí debutó en partido copero ante el West Brom de Lukaku, para poco después jugar su primer choque en Anfield ante el Swansea. Tenía el mundo a sus pies y a Brendan Rodgers, técnico red y su gran valedor, encandilado.

Pero ese encuentro ante los Swans sería el segundo y el último con la elástica scouser. Dos roturas del ligamento cruzado de su rodilla derecha en menos de un año fueron el germen de su calvario. La primera fue el 13 de febrero de 2012. Ahora, con 27 años, juega en la quinta división alemana y fabrica filtros de aire de lunes a viernes, de 7 am a 3.30pm. Por la tarde entrena. Y no se rinde, como relata en una extensa entrevista a The Athletic en la que pone contexto a todo lo deslizado.

Del cielo...

"Había mucha atención a mi alrededor, pero yo estaba feliz de formar parte del primer equipo siendo tan joven. Ya había estado en el banquillo alguna vez. Cuando escuché mi nombre me sentí encantado", recuerda nuestro protagonista el día que Hyypia le dio la alternativa. Su carrera iba disparada al estrellato, pero él tenía los pies en la tierra, ajeno a rumores. Su fichaje por el Liverpool es la mejor muestra de ello: "Descubrí que ficharía por el Liverpool cuando mi agente me dijo que fuera al aeropuerto y me mostró los billetes. Fue una sorpresa enorme que me quisieran".

Yesil, celebrando su tanto en la final del Europeo sub-17 de 2011 ante Países Bajos.
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Yesil, celebrando su tanto en la final del Europeo sub-17 de 2011 ante Países Bajos.MARKO DJURICAREUTERS

"Nunca pensé que hubiera clubes mirándome cuando lo hacía bien en aquellos torneos internacionales. A veces leía los periódicos, 'Arsène Wenger trata de fichar a Samed Yesil para el Arsenal'. Nunca pregunté a mi agente si era cierto, solamente continué jugando", continúa. De Düsseldorf, lugar de nacimiento, a Merseyside, pero la adaptación no fue complicada. "Liverpool era un lugar bonito para vivir". Cuenta que se apuntó a clases de inglés para acelerar el proceso. Brendan Rodgers le prometió que cuando tuviera buen nivel para comunicarse, tendría su oportunidad. "Entrenador, mi nivel de inglés es mucho mejor ahora". "Ok, jugarás de inicio en el partido de copa contra el West Brom", respondió el técnico.

Los pasos eran los correctos. Antes de debutar había logrado abandonar Kirkby, la academia donde entrena el filial red. En un principio, se esperaba que Yesil se fogueara con el equipo sub-21, pero un Alemania-Inglaterra sub-19 en el que marcó dos goles y fabricó otro para el 3-1 final, con Sterling, Pickford, Dier o Stones enfrente, le valió su aterrizaje a tiempo completo en Melwood, para entrenar y aprender de Luis Suárez. "Era como un sueño. Solo había visto esos jugadores en la PlayStation o en televisión. Compartía vestuario con Suárez, Gerrard y Carragher", explica.

... al infierno

Hasta que llegó otro encuentro con Alemania sub-19. Otro amistoso, ante Italia en esta ocasión. El día de la primera ruptura... "El partido no se jugó en césped natural, sino en un campo artificial. Fui a cambiar de dirección, la pierna se paró y la rodilla se giró. Me dolió, pero no pensé que fuera tan serio. De hecho, seguí jugando. (...). De vuelta a Liverpool, en el entrenamiento, tuve que parar a los 20 minutos por el dolor. Me enviaron a urgencias y vieron que cruzado estaba seriamente dañado...". Así comenzó todo.

Ocho meses después volvió a vestirse de corto, en un Liverpool-Tottenham de categoría sub-21. Pero a los tres meses, en un entrenamiento, escuchó "un boom". Supo que era la misma lesión. Diez meses más fuera de los terrenos de juego. Ya nada fue lo mismo. Volvió a jugar con el filial, pero el temor a otra lesión similar no le dejó ser él mismo: "Cuando estuve en Alemania para la rehabilitación comencé a comer peor y puse algo de peso, que tuve que perder. Además, en mi cabeza, cuando tenía que ir a choque, no iba al 100%. Pensaba: '¿Y si ocurre de nuevo?'".

En 2015, ya sin oportunidades de despuntar en el primer equipo del Liverpool, Yesil se marchó cedido en su último año de contrato al Lucerna suizo. Allí empezó bien, con un gol, pero no volvió a acertar y acabó el curso con ese único tanto en 14 partidos. Seis meses en el paro hasta que en enero de 2017 el Panionios griego le dio la oportunidad. Problemas con los pagos le hicieron cambiar de aires de nuevo. El Uerdingen de la tercera alemana, el Ankara Demispor de la segunda turca, salpicados con algún período sin equipo de nuevo.

En busca del renacimiento futbolístico

Así ha llegado hasta el Teutonia St Tonis. Quinta división de Alemania, pero que le permite compaginar el fútbol con su trabajo en la KSI Filtertechnik, fábrica donde ha convertido la fabricación de filtros de aires en su oficio principal para mantener a Ilyas, su hijo de seis meses. Sin embargo, la sucesión de reveses no le hace perder la sonrisa ni la ilusión. "No estoy acabado en el fútbol todavía, no me he rendido. Tengo todavía 27 años. quiero volver ahí arriba. Si me mantengo en forma, sé que lo lograré".