Una plantilla para soñar
El Atlético de Madrid puso la guinda con la llegada de Griezmann. De Paul, Cunha y Lecomte, las otras caras nuevas. Kondogbia ejercerá como quinto central.
El Atlético ha dado un golpe sobre la mesa en el mercado de fichajes. Si en los veranos posteriores a cada título se había producido la pérdida de piezas fundamentales en el esquema de Simeone, el campeón de Liga buscaba por todos los medios mantener su columna vertebral y no dejar salir a ningún intocable sin recambio pese a las múltiples ofertas que llegasen, caso de Trippier.
Pero, además, el equipo rojiblanco cubrió cada marcha con un jugador de nivel y pudo poner la guinda sobre la bocina con el expreso deseo de Simeone durante todo el verano: el regreso de Antoine Griezmann. Fue a contrarreloj, a punto de chafarse por la dificultad de las operaciones en el último día, pero finalmente se pudo producir una incorporación que potencia aún más el ataque colchonero, aunque para ello tuviese que decir adiós Saúl. El quinto máximo goleador de la historia del club volverá a enfundarse la camiseta rojiblanca (133 tantos) y se une a De Paul, un jugador diferencial y potenciado tras su brillante Copa América, al joven Cunha, campeón de los Juegos Olímpicos y con un futuro enorme a sus 22 años y a Lecomte, que cubre la baja de Grbic, como las cuatro caras nuevas de un proyecto que quiere seguir creciendo y conquistando cotas altas.
Una plantilla corta, de sólo 21 futbolistas (Saponjic es el 22, pero no cuenta para Simeone y todavía puede acabar saliendo), pero con una competencia interna máxima y con piezas de primer nivel en todos los puestos. Oblak seguirá guardando la portería en busca de convertirse en el primer meta que alcanza los cinco Zamoras y tendrá en la recámara a un Lecomte que había sido titular en sus dos temporadas con el Mónaco. La línea de centrales sigue contando únicamente con cuatro especialistas a pesar de que Simeone suele utilizar tres de inicio. Savic, Giménez, Hermoso y Felipe serán los encargados de cerrar la zaga, con la opción de volver a formar en cualquier momento con dos o de utilizar a Kondogbia o Vrsaljko en ese puesto. El croata no parece tener cabida en el carril derecho, donde Trippier es indiscutible y Llorente su primer recambio cuando el inglés no está disponible.
La banda izquierda es plenamente ofensiva, aunque siempre queda el recurso de tirar a Hermoso al costado. Carrasco volverá a ejercer como carrilero, un puesto al que le dio brillo la temporada pasada pese a que siempre puede volver a posiciones más ofensivas. Lodi deberá crecer en ese puesto, ya sin la polivalencia de Saúl en la plantilla. Y del centro del campo en adelante el Atlético estará plagado de calidad y talento. Koke puede hacer el papel de pivote o acercarse al área, dejando a Kondogbia o Herrera guardando sus espaldas. De Paul quiere ser importante desde el primer día y en su estreno como titular ya dejó una asistencia. Llorente es un cañón en ataque y Lemar pasa por su mejor momento, indiscutible para Simeone en este inicio de curso.
Y para la delantera, Griezmann completa una línea de lujo. Suárez como único finalizador puro, Cunha pudiendo ejercer de punta o por detrás del uruguayo y Correa poniendo su desborde después de empezar mostrando su mejor versión, con tres goles y una asistencia en tres jornadas para no perder un ápice de la relevancia que se ha ido ganando con sudor y esfuerzo. João Félix, ya recuperado de su operación, pondrá el talento desde segunda línea, pudiendo acercarse más al centro del campo para generar fútbol. Un ataque de máximo nivel y una plantilla con la polivalencia por bandera que permitirá a Simeone tener múltiples variantes y le obligará a comerse la cabeza para confeccionar sus onces. Griezmann ha dado el último salto de calidad para poder soñar por todo.