Año y medio de duro calvario para Nolaskoain
El central-pivote del Athletic se lesionó en un pie en julio de 2020 y queda aplazada su salida hasta enero por estar aún recuperándose. La única opción, bajar al filial.
Nolaskoain lleva camino de vivir uno de los episodios más duros de un canterano del Athletic en los últimos tiempos. Por encima de Areso, que se pasó un año en blanco por no querer renovar. Al fin y al cabo, la amargura del actual lateral de Osasuna llegó tras una decisión propia. Nolaskoain cayó lesionado el 20 de junio del año pasado. Un día que no olvidará jamás. Contra el Rayo. Estaba acabando su cesión en el Depor, aún en Segunda. El primer parte médico del club coruñés aludía a una entorsis en su tobillo derecho. Pero no las tenía todas consigo y se temía que en las pruebas complementarias apareciese una lesión grave. En primera instancia pudo librar el infortunio y reapareció el 17 de julio, al final de la temporada azotada por la pandemia. Fue su último partido oficial hasta hoy, 13 meses y medio después. Cada día sueña con la ansiada vuelta. Ahora se ejercita al margen, se supone que ya para un regreso cercano. Pero al no contar con el alta médica, no ha podido salir en el mercado estival. Está descartado por parte de Marcelino y al menos hasta enero no podrá fichar por ningún equipo. Como mucho, bajar al filial a tratar de coger ritmo.
Todas sus ilusiones estallaron en tramo final de la temporada 2019-20, que quedó aplazada en marzo. El Deportivo estaba peleando agónicamente por la permanencia en Segunda. El central de Zumaia era una de las piezas clave del Depor y se perdió 6 partidos, de la jornada 35 a la 41. En la penúltima, en Anduva, reapareció y disputó los primeros 45 minutos, hasta que fue sustituido por Aketxe, otro exleón. A priori, todo apuntaba a que la lesión quedaba olvidada, pero el día del Fuenlabrada ya no pudo jugar. Nolaskoain seguía con molestias.
Al concluir esa campaña, Nolaskoain regresó al Athletic. nadie le quiso meter prisa, porque es uno de los canteranos en el que más esperanzas se han depositado. De hecho, tiene una ficha muy alta. En octubre de 2018, aún con Urrutia, renovó hasta 2024, con una cláusula de 60 millones. A partir del verano pasado, se fue recuperando en silencio. Garitano contaba con él. Pero no jugó ningún partido oficial. Solo pudo disputar un amistoso, en septiembre contra el Sevilla. “Peru va mejor, entrena en solitario, la avería en el tobillo es bastante grande, da dos pasos para adelante y uno para atrás, necesitará más tiempo“, llegó a apuntar Garitano.
El pasado abril seguía con dolores así que fue intervenido mediante cirugía artroscópica de su tobillo derecho. Por el camino, un rosario de lesiones musculares a causa de esa articulación maltrecha. El jefe de los servicios médicos, Josean Lekue, volvía a hablar sobre su situación al comienzo de la pretemporada: “No se puede hablar de fechas todavía, está siendo un proceso complicado con su tobillo“. Ahora corre en solitario. Pero si se recupera, no cuenta para Marcelinio. Hasta enero seguirá sin jugar en profesionales. Como mínimo.